La extinción de los dinosaurios ocurrió en la primavera de hace 66 millones de años, lo que explica por qué muchas aves y mamíferos sobrevivieron al impacto de un asteroide de 10 kilómetros de ancho que resultó demoledor para la vida en todo el planeta.

La era de los dinosaurios pudo haber terminado cuando en México era primavera, lo que puede explicar el patrón de extinciones que resultó de aquel episodio, afirma un nuevo y controvertido estudio.

Después de dominar el planeta durante aproximadamente 135 millones de años, el reinado de los dinosaurios terminó hace unos 66 millones de años, con el golpe asestado por un asteroide de aproximadamente 10 kilómetros de ancho. El resultado fue un cráter de más de 180 kilómetros de diámetro, cerca de lo que ahora es el pueblo de Chicxulub en la Península de Yucatán en México.

El impacto del meteorito habría liberado una energía equivalente a 192 millones de megatones, es decir, 10 000 millones de veces la energía de las bombas de Hiroshima y Nagasaki juntas.

El impacto cósmico tuvo efectos globales, matando alrededor del 75% de todas las especies del planeta, incluidos todos los dinosaurios, excepto las aves, así como los reptiles alados conocidos como pterosaurios y los moluscos conocidos como amonites.

Tiempo primaveral

Ahora, los científicos, al analizar fósiles de peces, creen que han identificado la estación del año en la que ocurrió la colisión: debió ser durante la primavera en el hemisferio norte. Sugieren que sus hallazgos podrían ayudar a explicar por qué las aves y los mamíferos sobrevivieron, mientras que la mayoría de los dinosaurios perecieron.

Los investigadores investigaron un tesoro fósil desenterrado en Dakota del Norte, en el lecho rocoso conocido como Formación Hell Creek. En el pasado, cuando los animales estaban vivos, el sitio, apodado Tanis, experimentaba un clima templado y estacionalmente húmedo, con máximas de verano de aproximadamente 20 grados Celsius y mínimas de invierno de 5ºC.

Hoy en día, esta región puede alcanzar temperaturas tan altas como 45º C, recuerda la autora principal del estudio, Melanie During, paleontóloga de vertebrados en la Universidad de Uppsala en Suecia.

Gigantesca ola

Tanis preservó restos de cocodrilos, tiburones, tortugas y otros animales que aparentemente murieron en masa a causa de una especie de ola conocida como seiche.

Estas olas ocurren en las extensiones de agua que se encuentran en la superficie terrestre o en el subsuelo, cuando están contenidas en un espacio limitado y son sacudidas por perturbaciones continentales, como los terremotos.

Investigaciones anteriores sugirieron que esta seiche pudo haber sido provocada por el impacto de Chicxulub y que ocurrió minutos u horas después, aunque varios investigadores no están convencidos de que estas muertes estuvieran relacionadas directamente con el impacto del meteorito.

Perlas de vidrio

Los científicos se centraron en los restos de esturiones y peces espátula que se alimentan por filtración. Descubrieron diminutas perlas de vidrio esféricas, que llovieron después del impacto cósmico: estaban alojadas en proyecciones óseas conocidas como branquiespinas, que estos peces usaban para filtrar las partículas de comida obtenida del agua.

Sin embargo, estos escombros no se vieron más abajo en sus entrañas, lo que sugiere que probablemente murieron después de ser enterrados vivos, cuando la seiche provocó una ola gigante de agua y tierra.

Los investigadores también examinaron los patrones de crecimiento en 3D de los huesos de la mandíbula y las espinas de las aletas de los peces.

Así como los anillos de los árboles pueden, a través de su número y composición, revelar la edad de los árboles y las condiciones de crecimiento de cada estación, estos huesos también preservan los cambios estacionales desde el desarrollo embrionario hasta la muerte de estos peces.

Vida interrumpida

Los científicos descubrieron que la densidad y el volumen de las células óseas estaban aumentando, pero que no habían alcanzado su punto máximo durante el año en el que murieron, lo que sugiere que los peces dejaron de crecer en la primavera. "Las microestructuras óseas se conservaron con gran detalle", dijo During.

Además, los científicos examinaron dos isótopos de carbono dentro de uno de los peces espátula: el carbono 12, que tiene seis neutrones en su núcleo, y el carbono 13, que es más pesado con siete. El zooplancton, que era la presa preferida del pez espátula, está enriquecido en carbono-13 y su disponibilidad alcanzó su punto máximo en verano.

Los isótopos de carbono descubiertos en el fósil sugirieron que su temporada de alimentación aún no había llegado a su clímax, lo que respalda una muerte primaveral.

Explicación posible

La posibilidad de que el impacto de Chicxulub golpeara en la primavera en el hemisferio norte puede ayudar a explicar por qué algunos grupos de animales se extinguieron mientras que otros sobrevivieron, señalaron los científicos.

Por ejemplo, en muchos animales, la reproducción y el crecimiento tienen lugar durante la primavera, y es probable que la mayoría de los dinosaurios requieran largos períodos de incubación para sus huevos en comparación con las aves, lo que podría hacerlos más vulnerables a una catástrofe en la primavera.

Además, una investigación anterior sugirió que los ecosistemas del hemisferio sur, que correspondientemente habrían experimentado el impacto durante su otoño, se recuperaron hasta el doble de rápido que los del hemisferio norte, en consonancia con una diferencia estacional.

Camino a seguir

Estos hallazgos sugieren una estrategia que otros científicos podrían usar para examinar los fósiles en sus propias colecciones en busca de conexiones con esta antigua catástrofe que "puede haberse pasado por alto por completo", señala el paleobiólogo de vertebrados Jeff Liston, en el Museo Royal Tyrrell de Paleontología en Canadá, que no formó parte en esta investigación.

"Si hay un sitio como este, creado por el impacto, es muy probable que haya otros en los que esta metodología podría replicarse y ayudar a construir una visión global mucho mayor de las consecuencias del impacto", añade Liston.

La investigación futura puede analizar no solo lo que experimentaron los peces durante los momentos del desastre. "¿Hay invertebrados que también podrían proporcionar más información, o incluso vertebrados más grandes, como los dinosaurios?" se pregunta la paleontóloga de vertebrados Femke Holwerda, del Museo Real Tyrrell de Paleontología, que tampoco participó en este estudio. "Me gustaría ver esta metodología aplicada a tantos organismos como sea posible".

Polémica

Sin embargo, no todo el mundo está convencido de las conclusiones del nuevo estudio. Aunque la paleohistóloga Holly Ballard, de la Universidad Estatal de Oklahoma, que no participó en esta investigación, dijo que presenta una fuerte evidencia de que todos los peces murieron en la primavera, agrega que muchos científicos se muestran escépticos de que la muerte masiva en Tanis sea el resultado directo del meteorito en Yucatán.

 "El jurado aún está deliberando sobre la conexión de Chicxulub", señaló. "Muchos investigadores sienten que el sitio de Tanis está conectado con el final de los días del Cretácico, pero el tema está lejos de ser una conclusión inevitable".

During permanece más esperanzada. "Hay más depósitos similares a los de Tanis a la espera de ser encontrados, y tengo muchas ganas de saber qué se ha enterrado vivo en ellos", dijo.

Referencia

The Mesozoic terminated in boreal spring. Melanie A. D. During et al. Nature (2022). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-022-04446-1