Desde una sana y simpática resignación, María Fajula asume las consecuencias: "Me temo que sí, que ahora seré la Supernanny mallorquina". La carismática presentadora de Nit de bauxa corrobora su "cambio de registro". Y de cadena, desde el próximo miércoles (21:20 horas) en IB3 para conducir Pares –una vez a la semana–, el "primer" docu-coach que intenta la autonómica. Producido por Plural Entertainment (Cuarto Milenio; Las mañanas de Cuatro) el espacio "pretende ayudar y colaborar en la educación de los hijos (máximo 10 años) y de los propios padres". "No hacemos magia", anticipa el director, Vicente Ortí.

"Los niños no nacen con manual de instrucciones. Educar es complicadísimo". Palabra de profesional, que presentadora y director parafrasean para confirmar como primer punto del decálogo Pares. El espacio, adelantan, visitará a las familias que lo soliciten para poner a su servicio un equipo de expertos –no presencial– encabezados por María Rigo, psicóloga infantil y terapeuta con experiencia televisiva.

Dos semanas, flexibles, es el plazo que han estimado necesario para que los consejos sugeridos a los padres comiencen a surtir efecto. El programa, de aproximada media hora, grabará in situ el problema, para volver al mismo hogar un tiempo después y constatar si éste ha menguado o no. Entremedias, los expertos (que no Fajula, matizan) marcarán las pautas a papás y mamás, normalmente vía telefónica, un plan de acción que el día de emisión quedará resumido a unos cinco minutos.

"La ética por delante, trabajamos con material sensible. Pares no será un talk-show, en televisión no vale todo". Vicente Ortí tiene claro el programa que quiere hacer, del que ya se han grabado veinte de los veintiséis capítulos previstos inicialmente. La experiencia –"absorbente"– ya le ha permitido sacar conclusiones, que concuerdan con las extraídas por el equipo durante el extenso (y "obligatorio") trabajo de documentación previo a las grabaciones. "Los problemas más frecuentes que hemos encontrado están relacionados con el sueño, el llanto y la comida. También hemos visto casos más graves, derivados de una parálisis cerebral o una fibrosis quística; aquí el objetivo pasa por tratar de mejorar la calidad de vida de la familia".

"Un tono cercano, muy dulce, para hacer que la familia se siente bien". Así se percibe María Fajula en su nueva aventura televisiva, acaso "un poco más difícil" que la anterior. "Aquí me implico de cuerpo y alma, es un formato mucho más íntimo que un magacine. Llegas a coger cariño a las familias", confiesa. "Me siento identificada con algunos casos", suma, pues ella también es madre, y sabe por donde van los tiros. Con todo, "yo no doy consejos, ni pautas a las familias", pues su labor es otra. Licencia permitida, a lo sumo, pasa "como un amiga", una postura que la familia tiende a agradecer.

"Hacernos invisibles". Es otra de las dificultades del programa, seis personas que desembarcan en un hogar para intentar el retrato de su cotidianeidad. "Fascinados", describe Vicente Ortí a algunos niños cuando ven la cámara, una excitación que retarda su comportamiento normal. Aunque al final "siempre sale", más rápidamente en las familias numerosas.

"Efecto llamada". El director –que agradece "la buena predisposición" de los padres a hora de ‘dejarse educar’, especialmente la de los primerizos– espera que el espacio conecte con el público, por su universalidad. ‘Sus’, el miércoles.