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Piragüismo

El piragüismo balear aspira a más

La Federación Balear cuenta en la actualidad con algo más de 1.500 licencias y pretende alcanzar las 2.674 logradas en el año 2019, que suponen el récord de fichas - Los convenios con el Consell complementan los programas de captación y formación

El piragüismo balear vive su actual momento con ilusión. Ha superado el primer trimestre de la temporada con buena nota pese a que el número de licencias no alcanza la cifra alcanzada en 2019, cuando se estableció todo un récord de deportistas inscritos con 2.674 fichas.

La Federación cuenta en la actualidad con algo más de 1.500 licencias, "algo normal", según explica el director técnico de la FBP, Xavi Marroig, puesto que "se pueden tramitar durante todo el año y tradicionalmente aumenta el número de inscripciones en los meses de verano".

El elevado número de practicantes que se ha conseguido en los últimos años llega como consecuencia del trabajo de captación y formación en esta modalidad que realizan tanto la Federación Balear de Piragüismo como los propios clubes. La FBP tiene firmados sendos convenios con los Consells de Mallorca, Menorca y Eivissa con el objetivo de desarrollar actividades relacionadas con el piragüismo, tanto en horario escolar como extraescolar. Además, también se participa en el Programa d'Esport Unificat en el que están incluidas una liga escolar y las competiciones del Consell. Y desde hace tres años la FBP acude con sus 60 mejores palistas de las categorías infantil y cadete a los Finales Escolares.

Un trabajo en la base que se complementa con el Programa de Tecnificación y que en los últimos años ha dado su fruto con la estelar aparición de Marcus Cooper Walz o Sete Benavides, habituales en podios europeos y mundiales y medallistas olímpicos.

Los dos son el estandarte de una FBP que presume de tener a otro grupo de palistas, también jóvenes, con posibilidades de subir al podio en competiciones internacionales. E incluso alguno de pelear por estar este mismo año en los Juegos de Tokio.

No estará Benavides, que ya ha empezado a trabajar en el C-1 500 metros y en el C-2, modalidad en la que compite junto a un Toni Noguera que también se ha instalado entre los mejores del mundo. Y Aida Bauzà pugna por dar la sorpresa y hacerse con un hueco con el K-4 femenino.

Por su parte, Walz deberá pelear con otros cinco palistas españoles para conseguir una plaza en el K-4 500 metros en el selectivo que se hará en los próximos meses y que ha elegido la Federación Española como mejor sistema para conformar su equipo olímpico.

Alicia Heredia era otra opción olímpica hasta hace unos meses, pero se le comunicó que debía dejar el grupo de trabajo en el CAR de Madrid y ahora se entrena en Maó, a las órdenes del técnico Vinca Escandell. Su objetivo es disputar el selectivo y ganarse además la plaza a nivel internacional, ya sea en K-1 o en K-2. También busca un sitio en Tokio el paralímpico Adrián Castaño.

Por detrás de ellos, con el objetivo ya centrado en los Juegos de París 2024, aparecen otros jóvenes valores como Carlos Borrás, Maria Mar Cerdà o Carolina González.

Todos los resultados y el crecimiento deportivo de los palistas de Balears se sustenta en dos patas: las competiciones y las instalaciones. En el primer aspecto, a nivel autonómico se disputan más de 20 competiciones (de todas las modalidades) y a nivel nacional suelen realizarse otras cuatro de cada disciplina. Este año, por ejemplo, está previsto que se celebre en marzo una regata de la Copa de España de kayak de mar.

Por lo que respecta a las instalaciones, Marroig explica que "se va mejorando". Pueden entrenar en el Lago Esperanza, en donde tienen 9 calles para practicar, aunque cuentan con el hándicap de que "es poco profundo; lo adecuado es que haya 1,5 metros o dos y en algunas zonas hay poco más 80 centímetros". Económicamente resulta muy caro ganar profundidad, algo que no es un problema en el Lago Menor de Alcúdia, aunque allí deben "compartir espacio con los practicantes del esquí náutico".

Por último, está el problema del hangar, aunque el Ajuntament de Alcúdia lo ha solventado de forma provisional con la instalación de unos módulos prefabricados. Falta aprobar la concesión para la construcción de uno fijo, que en la FBP esperan que esté rubricada antes del verano.

El Gorg Blau, opción imposible

Surgió en su día la oportunidad de que los palistas pudieran entrenar, aunque no competir, en el Gorg Blau, pero resulta inviable porque Emaya y Medi Ambient lo impiden (pese a que en el Ajuntament de Escorca estaban interesados en que lo pudieran utilizar). "Sería perfecto, por distancia y profundidad", reconoce Xavi Marroig, que sin embargo agradece "todo el apoyo que proporcionan desde el Govern, el Consell y los ayuntamientos de Palma y Alcúdia". "Y también tenemos que agradecer la ayuda de la Autoridad Portuaria y de Costas", concluye el director técnico de la FBP.

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