Un año después de las fatídicas inundaciones que sufrió Sant Llorenç, el Cardassar ha logrado recuperarse y hacerse más fuerte. El golpe que sufrió esta comarca y el club fue muy duro. El campo Es Moleter quedó destrozado y estuvieron varios meses entrenando y jugando en Cala Millor y Son Servera, entre otros lugares. Ahora en el club se respira satisfacción por haber hecho las cosas bien y por haber sabido sobrevivir a esa dramática situación. Una de las personas más importantes en este resurgir del club es su presidente Jaume Soler (Sant Llorenç, 1990).
P Ha pasado un año.
R Lo que pasó son cosas que no puedes evitar. De todo lo sucedido me quedo en todo lo que nos hizo más fuertes y crecer otra vez. Logramos que la torrentada no nos influyera en el proyecto deportivo. No fue fácil, pero lo conseguimos como club. Todo es un éxito. Sin duda siempre estaremos agradecidos por toda la solidaridad y ayuda que recibimos, tanto de Balears como de España.
P El Cardassar se hizo mediático esos días.
R Salimos mucho en los medios y todos los clubes nos dieron una mano. Hay que pensar que el Cardassar hará cien años de historia en el 2024. En consecuencia, somos una entidad reconocida y consolidada en el balompié que ha tenido momentos más álgidos y otros no tanto, pero somos de los históricos en Mallorca.
P La torrentada le coge a usted nada más entrar como presidente.
R Sí, llevaba solo tres meses en el cargo. El club venía de bajar de categoría y su situación no era demasiado buena, por lo que se buscaba gente que intentara remar a favor de la entidad. Sin embargo, no había nadie que se quisiera poner al frente. Había una iniciativa de una directiva de hace 30 años comandada por Biel Servera que quería volver a entrar, pero no quería protagonismo. Encabecé un grupo de jóvenes para llevar al club con la condición de que si ellos nos apoyaban desde atrás contasen con nosotros. Nos organizamos y llegamos a un satisfactorio acuerdo.
P ¿Y?
R Estuve vinculado al club en el fútbol base, pero por los estudios lo tuve que dejar. Cuando te hacen esta oferta te motiva, pero a la vez te asusta porque es un cargo importante y de mucha responsabilidad. Con la directiva que tengo detrás tenemos las espaldas cubiertas, como demuestra todo lo sucedido hace un año, que ha sido una de las situaciones más críticas que puede haber. Llevar el club significa mucho trabajo. Te cambia la vida ya que a lo mejor antes por las tardes te ibas con tus compañeros y ahora te lo pasas aquí, gestionando el club.
P Temporada tras temporada ustedes crecen.
R Tenemos a 150 chicos, somos la asociación a nivel de municipio que tiene más tirada y al final somos un club social. Pretendemos que los jugadores se diviertan, se lo pasen bien y crezcan a nivel personal y deportivo.
P La guinda será ahora que la primera plantilla suba a Tercera.
R Cuando cogimos el club el objetivo principal del club era devolver a la primera plantilla a Tercera. En el primer año veníamos de bajar de Preferente y con todo lo que pasó fue muy difícil. Este año, de nuevo en Preferente, hemos de intentar ser optimistas y lograr este objetivo. Tenemos un gran grupo y un buen entrenador. Sant Llorenç, por historia, debería estar en Tercera. Sabemos que el nivel de esta categoría es muy grande, pero es nuestra meta.
