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Gente en la sombra

Amaro Gómez-Pablos: "Estaba sentado a tres metros y me pregunté: ¿Qué hago aquí arriba?"

"Es un deporte que reúne muchas cualidades que me ayudan en mi día a día, me aporta flexibilidad, fuerza, concentración, paciencia, disciplina y perseverancia"

Amaro Gómez-Pablos (Palma, 1985), tras estudiar cine en París decidió viajar a Bombay a "buscarse la vida" en la industria del séptimo arte más colorida y melódica: Bollywood. Estando allí le cautivó el Mallakhamb, deporte tradicional, original de la India, en el que un gimnasta realiza posturas aéreas de yoga y puños de lucha en concierto con un poste vertical de madera, estacionario o colgante.

P Representante de España en el Mundial Mallakhamb, ¿cómo llega hasta ahí?

R Durante la competición, mientras estaba sentado sobre un diámetro de 5 centímetros en el poste de Mallakhamb, a tres metros del suelo, me hice la misma pregunta, pero de la siguiente forma: "¿Qué hago yo aquí arriba?". Todo empezó paseando por Matunga, barrio donde aprendo canto hindustani del gran Amarendra Dhaneshwar. Salí de su casa y a pocos metros vi unos chavales al aire libre subidos a un palo. Pensé "¿estos están haciendo pole dancing aquí en medio?". Me quedé observando. Las posturas me parecieron muy estéticas e imposibles. Al poco tiempo uno de ellos se aproximó y me dijo en inglés "Do you want to try?" (¿quieres probar?).

P Ha podido entrar en un grupo selecto de practicantes, ¿cómo lo ha hecho?

R La mayoría de los participantes internacionales practican Mallakhamb en su país, lejos de la India. He podido codearme con atletas indios en gimnasios públicos. Me han dado mucha caña. Especialmente un grupo de atletas ciegos de Dadar School for the Blind han sido quienes han invertido mucha paciencia en enseñarme las artimañas de este deporte.

P ¿Cómo se entrena?

R Hay que amanecer temprano, los entrenamientos comienzan a las seis de la mañana. Este horario me resultó mortal. En el centro de Shree Samartha Vyayam Mandir hay 6 postes de diferentes alturas. Al principio empiezas con uno de unos 70 cm y vas familiarizándote. Transcurridos varios entrenamientos (y guantazos), vas aumentando la altura hasta llegar a los postes reglamentarios de tres metros. Tres cuartas partes del entrenamiento consisten en hacer ejercicios de flexibilidad (yoga) y ejercicios de fortalecimiento. El objetivo encima del poste es tener la fuerza suficiente para aguantar tu propio peso y, a la vez, poder realizar posiciones muy similares a las de yoga, pero ahí arriba.

P Hazañas en un poste vertical de madera, ¿le marcan lo que tiene que realizar o los ejercicios son libres?

R Ambos. En el Mundial los jueces estipularon dos secuencias de 60 segundos, con un intervalo de diez (diez segundos para aplicar resina y tiza en el poste y cuerpo para evitar el deslizamiento). En 60 segundos hay que lograr diez posiciones en un orden determinado. Posteriormente, una secuencia de 120 segundos con 18 posiciones. Esta última fue un infierno, pero me encantó el desafío. Varios participantes cayeron lesionados, como por ejemplo el exgimnasta profesional checo Pavel Kalina, un rival difícil en la primera ronda.

P ¿En la India se puede ganar la vida con el Mallakhamb?

R Pienso que no. En el centro Shree Samartha Vyayam Mandir nunca me cobraron ni una rupia. Mallakhamb es un estilo de vida que se ha practicado desde hace casi mil años. Por ahora, al menos en Bombay, ningún centro cobra por transmitir los conocimientos de este deporte ancestral. Espero que siga así, me parece fantástico.

P Dice que se quedó fascinado por este deporte, ¿por qué?

R Es un deporte que reúne muchas cualidades que me ayudan en mi día a día. Como he dicho antes la flexibilidad, la fuerza, y la concentración, la paciencia, la disciplina y la perseverancia. Por último, me resulta un deporte muy artístico; hay figuras a tres metros de altura que son impresionantes.

P ¿Qué porcentaje, en la práctica de esta modalidad, es mental y cuánto es físico?

R Como he dicho antes, necesitas mucha concentración, de lo contrario te vas al suelo. Al final de cada entrenamiento dedicamos unos siete minutos a meditar. Es importante estar calmado y muy presente. Por ejemplo, como traigas estrés contigo, es muy probable que te cueste hacer equilibrio; y sin éste, no tienes nada que hacer. Por eso, por la mañana temprano, cuando todavía el móvil no ha empezado a sonar ni los coches a pitar, es el mejor momento del día para entrenar.

P ¿Qué tal la vida en Bombay? ¿Añora Mallorca?

R La vida en Bombay es fascinante. Cada día vivo experiencias enriquecedoras, es un sinfín de aventuras. Claro que echo de menos Mallorca. Soy muy afortunado de venir de donde vengo.

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