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Baloncesto

Ilusión sobre ruedas

El Discaesports es el único equipo de baloncesto en silla de ruedas de Balears que compite a nivel nacional - El club, que depende de las ayudas de empresas privadas y de la Fundación Rudy Fernández, también cuenta con un conjunto femenino

El Discaesports es un club de baloncesto en silla de ruedas que nació en 2013 con la idea de acercar el deporte a todas las personas, sobre todo a aquellas que sufren alguna discapacidad y que por problemas económicos, técnicos o logísticos no pueden ni tienen la opción de empezar a practicarlo.

El crecimiento de este proyecto ha sido muy grande en los últimos años, en gran medida por la ayuda de la Fundación Rudy Fernández, que aporta gran parte del material que necesitan estos jugadores para competir.

Javier Vidal es uno de los fundadores del club y actual miembro de la plantilla, y reconoce que los inicios de este proyecto fueron difíciles. "Fueron muy complicados, porque teníamos que captar a la gente y no teníamos los materiales necesarios. A medida que este proyecto cogió fuerza se sumó la fundación Rudy Fernández. A partir de ahí tuvimos sillas de ruedas de competición. Gracias a los patrocinadores privados que encontramos, pudimos empezar a viajar y jugar partidos en la península y ya más tarde nos apuntamos a la Liga Nacional".

Actualmente, el equipo compite en la Tercera División Nacional. A pesar de no tener ninguna ayuda por parte del Govern balear, desde el club confían en mantener este proyecto muchos años más. "El objetivo es seguir creciendo y es a largo plazo, sobre todo porque no tenemos ayudas a nivel insular y dependemos mucho de la ayuda privada", señala Vidal, que añade: "Es verdad que con esas ayudas podemos competir, pero a la hora de alquilar más pistas para entrenar o para acceder a algún jugador que ya cobre una nómina se nos hace más complicado".

El equipo está dirigido por Eloy Doce, un preparador que ha entrenado en las cinco categorías femeninas del baloncesto nacional, además de entrenar en países como Noruega, Dinamarca o Islandia. También ha sido entrenador en la LEB Oro, en equipos como el Palma Aqua Mágica.

Eloy Doce lleva cuatro meses escasos dirigiendo al equipo y relata cómo surgió la idea de cambiar de aires y aceptar este reto. "Tengo mucha amistad con la presidenta y me comentaron que buscaban entrenador y que querían que fuera yo". "Vengo a ayudar un poco, es un trabajo diferente a todo lo anterior. Llevo desde septiembre y estoy muy contento con el ambiente. Ha habido unos cambios, estamos en tercera división y teníamos equipo para ascender, pero se han ido dos jugadores muy importantes", afirma, y agrega: "Somos diez jugadores. El objetivo ahora es competir y estar ahí. Tengo jugadores que llevan muy poco tiempo".

El técnico asturiano admite además que el ambiente en las competiciones "hay muy buen rollo" entre los equipos. "El ambiente es más relajado y no notas la presión y el nivel de exigencia de otros deportes. Esto es un hobby, nadie cobra por lo que hace. Lo hacemos porque nos apetece y nos gusta y todo es más tranquilo. El ambiente es espectacular", asegura Eloy Doce.

Eso sí, el entrenador reconoce que los viajes pueden llegar a ser una odisea. "No todas las compañías aéreas permiten o quieren llevar tantas sillas, es un esfuerzo a nivel organizativo muy grande. Hace poco hicimos un viaje y quedé alucinado de la operativa que se necesita para viajar", relata.

"Mucho tiempo para embarcar y para todo, y te das cuenta de las dificultades que tienen estas personas en el día a día. Hasta que no lo vives, no te das cuenta realmente de las dificultades que tienen para hacer una vida normal", explica.

Equipo femenino y 'la escuela'

Además, este año el club ha creado un equipo de baloncesto femenino inclusivo, que está formado por antiguas integrantes del Bàsquet Calvià y cuatro deportistas con una discapacidad intelectual que entrenan con ellas. A día de hoy todavía no pueden competir, sobre todo por los problemas con el transporte, pero desde Discaesports están muy satisfechos con la ilusión que se ha creado con este nuevo proyecto.

Además, se ha creado lo que denominan "la escuela", una iniciativa para que una serie de niños y niñas con discapacidad un poco más severa y que tienen dificultad para jugar al nivel de competición puedan disfrutar también del deporte.

Igual al baloncesto 'a pie', pero con algunas especificidades

Las reglas en el baloncesto en silla de ruedas son las mismas que el baloncesto tradicional, aunque hay una serie de diferencias. De hecho, es el reglamento FIBA con unas pequeñas adaptaciones.

La principal es que en el campo solo pueden estar jugadores que entre todos sumen 14,5 puntos de discapacidad. Cada jugador tiene una puntuación valorada por un especialista y esa puntuación se decide según su minusvalía; a mayor minusvalía y menor movilidad motriz, menor puntuación. En función de la puntuación cada jugador tiene un rol específico. Normalmente, las puntuaciones bajas bloquean para que los otros jugadores puedan recibir y anotar.

Se consideran infracciones: que una parte de la silla que no sea las ruedas toque la pista, que el jugador se levante del asiento para ganar ventaja en la lucha por un balón (falta antideportiva) y dar más de dos impulsos a la silla sin botar o pasar el balón (es el equivalente a los pasos). Además, las sillas de ruedas para jugar al baloncesto tienen unas medidas máximas permitidas. a. s. palma

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