En algunos meses se cumplirán tres años desde que Gustavo Bueno nos dejó. El número 175 de la revista "Berceo" enteramente dedicado a su figura tiene aún la tinta fresca. Pedro Santana, coordinador del equipo de 14 colaboradores, explica que "se trata de autores importantes con un conocimiento certero de la filosofía de Gustavo Bueno". Son tan solo una pequeña muestra, eso es seguro.
El artículo de Evaristo Álvarez -que es autor de la aplicación del cierre categorial a la geología-nos hace ver que la teoría del cierre categorial (TCC) es necesaria también para que los científicos cobren mejor conciencia de su propia praxis. Y nos recordará el diagnóstico que solía ofrecer el propio Bueno: que la mayoría viven cegados en su particular monismo cientifista: el químico cree que todo se explica por la química...
Jesús G. Maestro también se apoya, como nuestro geólogo anterior, en la Teoría del Cierre Categorial, ahora para defender que la Teoría de la Literatura ha de ser explicada como una ciencia reconstructiva beta-1- I. El profesor de la Universidad de Vigo es autor de la Crítica de la Razón Literaria, en tres volúmenes, en la que aplica la filosofía de la ciencia de Bueno.
Carlos M. Madrid Casado completa la nómina de articulistas que se centran en la TCC, joven autor que tiene una amplia obra de aplicación de esta filosofía a las ciencias matemáticas. Con sus análisis el lector interesado en la fundamentación de la verdad de la ciencia llega a completar un curso introductorio muy bien aquilatado.
Junto a la teoría de la ciencia, la segunda temática que agrupa un racimo de artículos se refiere al tema de España y de la filosofía en español. Atilana Guerrero, Íñigo Ongay, Pedro Insua y Tomás García López se inclinan por esta vertiente. Atilana Guerrero se centra en la conexión existente entre el Teatro Crítico Universal de Feijoo -"para desengaño de errores comunes"- y el filósofo astur-riojano empeñado también en una crítica sistemática ("universal") del mapamundi de ideas ("teatro") que hoy nos toca vivir.
Íñigo Ongay pone en conexión la figura del padre Mariana con Bueno. Ambos comparten la consideración de la historia de España a la luz del imperio que se conformó. En el jesuita del siglo XVII como en el autor homenajeado se aprecia una filosofía verdadera de la historia de España.
Pedro Insua interpreta el paso entre el Medievo y la Edad Moderna no tanto por la vuelta al mundo antiguo -Renacimiento- cuanto por la interna maduración del tomismo que encontraría su punto de inflexión en la escolástica renacentista -cuyo esplendor lo encontramos en la península ibérica- como vía de entrada en la modernidad, en el contexto de la llamada, por Bueno, "inversión teológica".
Tomás García, además de apelar a la recuperación de la filosofía en español -retrotrayéndose a Gonzalo de Berceo y a Santo Domingo de la Calzada-, compone, tras seleccionar ciento diecinueve escritos emblemáticos a lo largo de las ocho décadas productivas de GB, una clasificación esclarecedora: filosofía política, de la ciencia, de la religión y de otros saberes.
El tercer agrupamiento temático que cabe ver, sin dejar de reconocer que todos los artículos poseen plena autonomía, se referiría al conformado por David Alvargonzález, Pablo Huerga, Patricio
Peñalver, Marcelino S. Ardura, Felicísimo Valbuena y yo mismo.
David Alvargonzález, de quien arranca la idea de este homenaje, presenta una consistente clasificación de las doctrinas de la bioética -sobre directrices que dejó apuntadas Bueno-con la pulcritud analítica a la que nos tiene acostumbrados el filósofo gijonés, autor de una intensa obra en español y en inglés.
Pablo Huerga bucea en el concepto de "socialismo" en la obra de Gustavo Bueno y más allá de su acepción ideológica constata una significación filosófica que arrastra una trascendental conclusión: la igualdad socialista no aspiraría a defender un origen (rousseauniano) o un final (comunista) igualitarios como tales sino a borrar las diferencias irracionales procedentes de motivos religiosos, oligárquicos o aristocráticos€
Patricio Peñalver se centra en una controversia de especialistas: determinar si el poema de Simónides, que Protágoras exhibe ante Sócrates, funciona más como un paréntesis lateral o como elemento esencial en el pensamiento platónico. El catedrático de la Universidad de Murcia reconoce que el análisis de Bueno acierta ya en su estudio de 1980 -Protágoras, editorial Pentalfa-con la solución que darán después prestigiosos helenistas: en el Estado ideal de Platón se atribuye una importancia central a la tensión que establecen la poesía y la filosofía.
Marcelino S. Ardura estudia tres obras de juventud de Bueno y mantiene, en un convincente análisis, que en estos orígenes de su temprana teoría estética son visibles hilos que después serían constitutivos de la trama del sistema del materialismo filosófico.
Felicísimo Valbuena, habitual comentarista de la obra de Bueno en La Nueva españa, lleva a cabo un análisis del funcionamiento de la calumnia, ejemplificado en seis películas y ayudado de la teoría de la "opinión pública" de Noëlle-Neuman, y muestra la utilidad de las herramientas conceptuales del materialismo filosófico para operar con mayor profundidad y precisión.
Mi contribución se encamina a mostrar que los temas prototípicos "¿Qué es el Mundo, qué es el Hombre, qué se entiende por Política y qué es el Saber?" alcanzan una respuesta rigurosa cuando hacemos uso de la "Filosofía de la historia" de Gustavo Bueno, y defiendo, con conocimiento de causa, que es una iniciación muy apropiada para estudios de bachillerato y de Universidad.
Tras el homenaje que le hizo desde Asturias hace un año "Ábaco", ahora "Berceo" en La Rioja continúa con una función que nos viene impuesta siempre que uno de los grandes se nos va, pues ¿no es un deber moral y político cuidar la riqueza cultural de un país al igual que nos preocupamos por el agua, el paisaje, las infraestructuras, las costumbres o nuestros hijos?
