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Cine

Juguemos a otra cosa

El legado del recién fallecido músico Michel Legrand en la historia del cine es equivalente al de Stanley Donen como cineasta. Un profesional formado, eficaz, entregado versátil y apreciado

Michel Legrand.

Por la inevitable competitividad humana, en todas las profesiones se acaba formando con el tiempo una jerarquía (más o menos) coincidente con el más subjetivo talento.

Los Oscars de Hollywood a los compositores musicales son un indicador inicial de ese ranking. El podio lo encabezan John Williams (La guerra de las Galaxias es su obra más memorable), con 51 nominaciones y 5 estatuillas, y Alfred Newman (Cumbres Borrascosas), con 43 nominaciones y 9 estatuillas . El tercer lugar es para Max Steiner (Lo que el viento se llevó) con 23 nominaciones y 3 estatuillas. Los pulidores de esta especialidad son Victor Young, con 22 nominaciones y una sola estatuilla tardía de reconocimiento (vergüenza más bien) o Bernard Herrman, el compositor de las principales obras maestras de Hitchcock, que también obtuvo un solo galardón.

El francés Michel Legrand (1932-2019) ocupa un puesto medio-alto en la tabla, con 13 nominaciones y 3 estatuillas (más 5 Grammys). Más que esos premios, lo interesante es su trayectoria profesional. Además de una sólida formación en música clásica, se subió al tren de la Nouvelle Vague en cine, y el jazz en música, con gusto y pasión, sin encasillarse en uno u otro como gran parte de sus colegas. Los premios obtenidos dan pista de esa versatilidad: el tema específico Los molinos de viento de tu mente, de El caso Thomas Crown (1968); y las bandas sonoras completas de Verano del 42 (1971) y Yentl (1983).

Nacido de una familia de músicos, formado en el prestigioso Conservatorio de París, Legrand desarrolló pronto una curiosidad artística que le apartó de la élite de los concertistas clásicos y le abrió puertas tanto o más gratificantes para él. Combinó la dirección de orquestas sinfónicas, la composición y actuaciones como pianista de jazz y la composición de partituras y temas para bandas sonoras.

De su primera etapa destaca la colaboración con Godard, Agnes Varda y sobre todo Jacques Demy. Demy y Legrand lograron sustituir diálogos verbales por musicales en películas como Los paraguas de Cherburgo, Las señoritas de Rochefort o Piel de asno.

Al unirse a Hollywood, Legrand trabajó, además de con Norman Jewison, con Joseph Losey, Louis Malle, Richard Lester, Robert Altman, e incluso con Orson Welles, en Fraude (el documental sobre el falsificador de arte afincado y procesado en Ibiza Elmyr de Hory) y en la inacabada Al otro lado del viento, completada recientemente y emitida por Netflix. También firmó la pegadiza música de una serie infantil recordada con mucho cariño por los babyboomers europeos, Erase una vez€ el hombre y continuaciones.

La escena clave de El caso Thomas Crown resume el espíritu de Legrand: juego, seducción, pasión, talento. La película, recordemos, trata de un ludita banquero (Steve McQueen) que, como hobby, roba cuadros y es perseguido por una atractiva detective (Faye Dunaway). En un momento dado Crown/McQueen invita a Burke/Dunaway a una partida de ajedrez en su casa. Cuando ella le vence, él sin tumbar su rey, se levanta, medita, la mira y le susurra "juguemos a otra cosa". La realización alterna muchos planos cortos con picados más abiertos. La música de Legrand, con ráfagas sucesivas de instrumentos individuales, anticipa contrasta o apoya el juego de piezas y de miradas sin diálogos hasta el remate.

Otra anécdota de Legrand fue su colaboración con Miles Davis en la película Dingo (1992). Se suponía que iban a componer la música a medias. Davis remoloneó (también actuaba), Legrand acabó realizando la composición y la firmaron a medias. Además de bandas sonoras y mucho jazz, su hiperactividad le arrimó a vocalistas de todo tipo (Sinatra, Aznavour, Streisand, Sarah Vaughan€) y a componer dos óperas, dos conciertos de clásica, ballet, y tocar con las orquestas de San Petersburgo, Vancouver o Montreal.

La mejor forma de apreciar a Legrand, de recordarlo, es buscar en Youtube Michel Legrand en 6 musiques de film cultes selección (3:17 min) realizada por Le Monde; o en Vimeo The Thomas Crown affair chess scene (8:31 min).

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