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Cómic

Terror rural

En 2016 se publicaba el primer volumen de "Harrow County". Recientemente la serie alcanzaba el sexto volumen recopilatorio, reafirmando su posición como uno de los tebeos de horror más interesantes del mercado

Terror rural

El trabajo del dibujante, Tyler Crook, es su primer valor indiscutible. En ocasiones participan otros artistas, cuyas destrezas no cuestiono. Pero Crook es el que mejor se ajusta a la historia, él insufla vida a "Harrow County". Es un narrador directo y eficaz, sus personajes son entrañables y su color directo es maravilloso. De hecho los volúmenes siempre cuentan con una encantadora sección de "cómo se hizo", donde el dibujante muestra sus bocetos previos, su sistema de trabajo, sus ilustraciones paso a paso... Esas páginas resultan muy instructivas y nos permiten hacernos una idea de su concienzuda metodología. De su arte destacan esas dobles páginas de introducción donde aparecen, medio camufladas, las letras del título, a veces como parte del maíz, otras como nubes, como vegetación o lo que se les ocurra. El color ayuda mucho a crear las sensaciones de calor, humedad o frondosidad que se desprenden del relato. Hay un algo en la plástica forma de entintar de Crook que emparenta sus figuras con las de Eisner o Ploog. Por el lado gráfico todo son satisfacciones, aunque quizás el entusiasmo disminuye un poco cuando los episodios pasan a menos de otros.

En cuanto al guión, Bunn cumple con creces. Tras el brillante inicio a Emmy no dejan de pasarle cosas. Como recordarán la premisa es que la protagonista es en realidad la reencarnación de una bruja malvada que asoló Harrow County hasta que sus habitantes consiguieron deshacerse de ella. No solo eso, una buena parte de esos pobladores, incluyendo al padre de Emmy, son tan solo muñecos de barro, figuras a las que la hechicera había insuflado vida. La protagonista se revuelve contra sus orígenes y decide emplear sus poderes para hacer el bien. Lógicamente, un episodio tras otro, todos conspiran para que ese propósito no pueda satisfacerse de forma sencilla. Interviene primero una gemela muy, muy mala. Y más tarde toda la familia, o mejor, una colección de entes suprahumanos como la propia Emmy, que intentan aconsejarla y manipularla. Recuerdan un poco a la colección de dioses que Gaiman disponía como hermanos del rey del sueño en su serie "Sandman". Como aquellos, son caprichosos e impredecibles. Se mantienen otras constantes, como la aparición de entes del bosque, espíritus vinculados a fuerzas de la naturaleza o al mundo de los muertos. También el apunte racial, muy vinculado a la época en que se ambienta la historia, a través del personaje de la mejor amiga de Emmy, Bernice. Se juega mucho con la ambigüedad del bien y el mal y una idea del pecado muy cristiana. Emmy está obsesionada con su "pecado original", no en vano es la reencarnación del mal. Así que cuestiona todos sus actos sospechando siempre que su antecesora pueda tomar el control. El que parece un filántropo luego resulta ser un psicópata, la bruja vilipendiada por todos, una benefactora de la humanidad. Nada es lo que aparenta en "Harrow County".

Tan bonita como entretenida. Muy recomendable.

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