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De la primera bacteria a Shakespeare

Pronto hará un año de la muerte de Jorge Wagensberg, uno de los divulgadores científicos más reconocidos. Le recordamos a través de una de sus publicaciones más populares

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En estos tiempos de inmediatez y celeridad mareante, hay una exuberancia de mensajes y morralla entre la infoxicada realidad. A veces es preciso, localizar un cuaderno de bitácora que nos relate cómo orientarnos en la entrópica cotidianidad. Lector, retrocede mentalmente millones de años, atrévete a pensar en la evolución de la vida, revisa el núcleo de la ciencia, la duda, la perplejidad, la aritmética de la curiosidad.

Las preguntas son esas herramientas que nos ayudan a que el ingenio y la curiosidad vayan abriéndose paso en la vida. A brazadas, a golpes de duda, nos auxilian ante la incertidumbre. El azar, el tiempo, la evolución, la vida y la ciencia son tangenciales a todas estas cuestiones. Si alguien ha tratado con maestría estos metatemas es Jorge Wagensberg Lubinski. En marzo de 2018 murió, pero su perspicacia e inquisición racionalista y escrutadora siguen expandiéndose con plena vida.

Wagensberg nació en Barcelona en diciembre de 1948 fue un inquieto profesor, investigador y escritor. Licenciado y doctorado en Física con premio extraordinario por la Universidad de Barcelona, además de profesor de Teoría de los Procesos Irreversibles en la Facultad de Física hasta 2016, y profesor invitado en la Danube University Krems (Austria).

Si la naturaleza es la respuesta, ¿cuál era la pregunta? y otros quinientos pensamientos es un exquisito libro, donde nos invita a devanarnos las certezas con medio millar de aforismos. Uno de mis favoritos es este: "Los huevos esféricos de pájaros que anidaban en la pared de un acantilado hace mucho tiempo que rodaron fácilmente".

Estas afirmaciones estimulan las preguntas y el cacumen del lector. Va bien de vez en cuando vapulear sin piedad las convicciones que muchas veces consideramos inmutables. Con un fino sentido del humor, la inteligente pluma de Wagensberg deconstruye el modo de observar la realidad, todo mediante haikús con la incertidumbre y el ingenio como hilo hilvanador. El científico Javier Sampedro, a propósito de esta obra no dudaba en aseverar: "Lean este libro. Tardarán poco, y después les quedará toda una vida para repensarlo."

El propio Wagensberg nos explica la estrategia evolutiva que utilizó para seleccionar estos pensamientos «son frases que concentran bien una idea. Cuando una de ellas funciona, la repito o la repiten amigos y colegas. Y así, por una selección más natural que artificial, los pensamientos compactos acaban ganándose el puesto. Hoy casi desconfío de las ideas que no pueden formularse en una sola frase».

Su mente y sensibilidad escrutadora organiza este batallón de pensamientos e ideas en varios temas: la Realidad, la Vida, el Conocimiento y la Civilización. Para instar al lector a salir corriendo a la biblioteca o la librería de su barrio, Jorge tiene la palabra.

Revolución:"Cambiar de respuesta es evolución, cambiar de pregunta es revolución".

Muerte:"La muerte es la más sorprendente de todas las noticias previsibles. Uno se acaba de morir del todo cuando se muere el último que le ha conocido vivo".

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