Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cómic

Sexo y pedagogía

Los autores de este álbum califican su éxito de sorprendente. Su cómico tratado sobre el sexo a través de la historia se ha convertido en un superventas traducido a varios idiomas

Él es un terapeuta y divulgador que se dedica a conferenciar acerca de las bondades de la masturbación y las relaciones poliamorosas. Ella es una ilustradora que también es actriz. Juntos han construido un comic en el que repasan las costumbres sexuales en las diversas fases históricas. El libro está muy centrado en occidente y aparentemente piensan ofrecer una visión más universal en una hipotética segunda parte.

Uno de los aspectos más sobresalientes de la obra es la calidad del trabajo gráfico. La autora es una humorista nata, su dibujo tiene frescura y esa facilidad que ayuda a que la información fluya. Además confiesa cómo modificó el texto a voluntad para mejorar su narratividad o hacer más efectivos algunos chistes, así que hay que considerarla responsable en parte del guión. En cuanto al contenido, pienso que acierta cuando se ajusta a los hechos, cuando explica cómo se fabricaban los primeros condones o cómo funcionaba la pederastia en Grecia.

Para mi gusto chirría más cuando se dedica a dar la murga pedagógica. Entiendo que caiga en la tentación de contar en paralelo la historia de las reivindicaciones feministas o de la lucha LGTB, pero creo que esa voluntad de soltar el discurso ralentiza el humor, el tono cómico. Y le lleva a afirmaciones cuando menos discutibles. Como cuando idealiza esa vida de los primeros humanos, describiendo una "protosociedad igualitaria"... para dos viñetas más allá recordarnos cómo el macho alfa hacía lo que le salía de donde ya suponen. Pues adiós a las fantasías con comunas libertarias, supongo. Tampoco comprendo muy bien cómo concilia sus alabanzas al amor libre y sus críticas a la familia con la forma en que trata a Casanova, a quien acusa de ir dejando un reguero de mujeres engañadas. ¿No estaba acaso haciendo un uso lícito de su libertad sexual? O cuando afirma que la revolución sexual en los sesenta preparó el camino para el nacimiento del individuo "a través de la toma de conciencia del cuerpo". Yo fijaría la aparición de un Yo reflexivo algunos siglos antes ¿no? Presentar a Reich como una fuente de fiar es tendencioso ¿Alguien ha probado la eficacia de su "orgasmatrón"?

En fin, uno no espera, en lo que no deja de ser un divertimento sobre sexo, la seriedad filosófica de una Camille Paglia en "Sexual Personae" por ejemplo. Pero es que son los autores los que parecen olvidar la ligereza de su propuesta para lanzarse a hacer afirmaciones grandilocuentes. Creo que minusvaloran el componente de poder y de dominio subyacente en todo juego sexual y que por tanto su posición es simplista y contradictoria, puro buenismo. Si quieren profundidad vuelvan a Paglia o a Bataille. Si solo se trata de pasar el rato, este tebeo les entretendrá. Y poco más.

Compartir el artículo

stats