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Una fascinante metamorfosis del recuerdo y de la historia

Una fascinante metamorfosis del recuerdo y de la historia

En El ala izquierda, el primer volumen de la trilogía Cegador, desarrolla Mircea C?rt?rescu (Bucarest, 1956) temáticas (reaparecidas en Solenoide, su novela cronológicamente posterior a la trilogía, aunque publicada en marzo de este año por Impedimenta) muy variadas y proteiformes, en las que desfilan en una abigarrada escenografía muertos del ayer; tribus gitanas; insectos -mariposas, arañas y mantis- que actúan como humanoides; patologías neuropsiquiátricas; esqueletos que batallan como seres vivos; campesinos alucinados; ángeles belicosos "con bucles de oro que ondeaban..." y que se entremezclan con seres subterráneos en "un desordenado hatajo de muertos", siendo arrastrados por la sangrienta espiral de la "blasfemia eterna".

En El ala izquierda, cuya acción -ambientada en una fascinante e inquietante Bucarest, donde todo puede ocurrir- se inicia con la evocación del narrador adolescente -demacrado y enfermizo- de su pasado, las temáticas se trasladan a la historia real del autor y a sucesos históricos de su Rumanía natal, referentes sobre todo a la Segunda Guerra Mundial con la carga de combates, saqueos, violaciones, secuelas destructivas de la contienda, las imposiciones de los vencedores y la descalificación de los vencidos, proporcionando consignas: "Stalin y el pueblo ruso / han echado al intruso", pero sotto voce el pueblo rumano reconoce "qué gente tan decente eran los alemanes".

En la novela, que fue publicada originalmente en 1996, hay por parte del escritor una obsesivo-compulsiva vuelta a la infancia, recreada y magnificada, en la que percibe situaciones surrealistas y, por extensión, el paso a la etapa adulta, en la que está presente el transcurrir del tiempo, metaforizado una especie de recuerdo necrofílico ("dentro de un instante, el que escriba "el que escriba" se desplomará también" o "cuando pienso en mí a diferentes edades o en las anteriores vidas consumidas, es como si hablara de una larga serie ininterrumpida de muertos, un túnel de cuerpos que mueren unos dentro de otros"). En el relato se asimila como un túnel en el que discurre la realidad-alucinación-sueño, como si hubiese topos que lo recorren, para concluir que su vida fue solitaria y frustrada. Se otorga, pues, a la mente de quien narra una capacidad fantástica, tergiversando los contenidos y atribuyendo al futuro existencial un "poder de alienación, alejamiento y enfriamiento", aunque otorgando al recuerdo la capacidad de adentrarse en el futuro, lo que lo hace inservible para el pasado.

Esa inversión de funciones las atribuye al "alma, cuerpo, conciencia" para llegar a decir que se piense con los testículos y se ame con el cerebro. A todo ello se le adjudica un significado salvífico (expresado por la relación cuerpo-memoria-tiempo-arrebato), como si de un correlato de ensoñación-sueño se tratase, donde el concepto de memoria se acerca a Kafka y se define como la metamorfosis de su vida o como el insecto adulto cuya larva es su vida.

Con respecto a Solenoide, C?rt?rescu amplía -aun más si cabe- en El ala izquierda el dilema de género que mejor la podría definir, dejando su definición en terreno indefinible o, acaso, inabarcable. Así, en su última entrega sobrevalora la función de la mente. De esta forma, quien cuenta los hechos, ante el cuerpo muerto de su madre, identifica el duelo por su pérdida como una lobotomía. En este sentido, son frecuentes las referencias patológicas: se dejan entrever atisbos agorafóbicos y alguna referencia a unos batallones celestiales, cuando "el cerebro angelical era asaltado por unos dolores atroces", así como, más adelante, se menciona que aquellos a los que se les había robado la sombra, veían cómo en menos de un año "se les secaban las piernas y la cabeza?", ampliando esa fantasía a la siembra de un "lóbulo parietal derecho", como resultado del "fragmento anatómico de la mente que los soñaba".

Mircea C?rt?rescu, también poeta y autor de otras obras en prosa, como Nostalgia, Orbitor y La bella extranjera, es considerado por la crítica literaria el más importante escritor rumano de la actualidad. Además de reconocimiento en su país natal, ha obtenido multitud de galardones internacionales, como el Premio de Literatura de la Casa de las Culturas en Berlín o el Premio Thomas Mann de Literatura. Mañana recogerá en Mallorca el Premio Formentor de las Letras 2018, en el marco de las Converses Literàries, cuya temática este año gira en torno a las Vírgenes, las Diosas y las Hechiceras. Drama y comedia del femenino literario.

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