Año 1943. En plena persecución sangrienta contra los judíos, un español, Ángel Sanz Briz (Zaragoza, 1910 - Roma, 1980), es destinado como encargado de negocios de España a Budapest, capital de una Hungría aliada de la Alemania nazi. Con tan solo 32 años, este joven diplomático salva la vida de más de cinco mil hombres, mujeres y niños húngaros, haciéndoles pasar por lo que realmente no son -judíos sefardíes con derecho a nacionalidad española- y evitando que sean conducidos a las cámaras de gas de Auschwitz y Birkenau. La decisión de Sanz Briz es la de, motu proprio y con silencio y ambigüedad del régimen franquista, refugiar a los judíos en casas de acogida, llegando a poner incluso dinero de su bolsillo, y enfrentándose en la distancia a la virulencia que caracterizaba al Tercer Reich (el Tercer Imperio alemán, tras el Sacro Imperio del medievo y el Imperio de 1871, desaparecido con la Primera Guerra Mundial).
Setenta años después, el mallorquín Miguel Ferrer Sancho (Palma, 1955), en su debut en la narrativa, retoma esta historia en torno al Holocausto y novela los hechos con interesantes tintes de ficción, armando un libro en el que el protagonista se mantiene fiel en la defensa a sus semejantes y los personajes pueden cambiar el devenir de los hechos, enfrentándose a figuras históricas. El relato, a caballo entre los géneros de aventuras, terror y romanticismo, está construido sobre un documentadísimo marco histórico y, como si de un cuadro realista se tratase, arrastra desde el principio el sentir gris de la Segunda Guerra Mundial. Hay idas (inevitables trasiegos a campos de concentración nazis), pero sobre todo venidas por veredas de álamos blancos y enormes llanuras de tierras de cultivo (miles de personas salvadas de la masacre), sin dejar de lado la incesante desolación que define a las personas, sus miradas y los paisajes ("Se apreciaba un gran dolor en Hanna, su marido muerto y el pequeño de ambos arrebatado cruelmente a su llegada. Sus padres, que viajaban con ella en el tren, fueron separados y probablemente conducidos directamente a las cámaras").
En suma, se trata de un relato ficcionado de un hecho histórico protagonizado por un diplomático español del régimen franquista, que ayudado por otros seres humanitarios, aliviaron con gran riesgo de su estatus, a salvar muchas vidas que estaban condenadas a perecer en el genocidio demencial de un psicópata megalómano y sus adláteres, en el marco de una guerra mundial, cuyos horrores se ponen al descubierto en la corriente histórica revisionista.
