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Cine

Luces, cámara, acción. Pasión

Como en tantos estratos de la sociedad, dentro del gremio del cine, Dios los cría y ellos se juntan. En el gremio del cine son muy frecuentes las parejas sentimentales entre actores/actrices, o directores con guionistas. Menos frecuentes, y bastante fructíferas, son las de directores con actrices

Luces, cámara, acción. Pasión

Las estadísticas confirman a perogrullo, un alto porcentaje de parejas se conocen a través de familia, amigos o en el trabajo. Sobre parejas de actores y actrices hay toneladas de resmas impresas. Bogart-Bacall, Hepburn-Tracy, Pitt-Jolie y un larguísimo etcétera. En España, la de Dani Rovira y Chus Lago germinada en Ocho apellidos vascos y secuela. Algo más discreta es la de Ariadna Gil y Viggo Mortensen.

Gil estuvo previamente casada, y con esto entro en materia, con el escritor y director David Trueba. Sólo coincidieron (se juntaron) en el rodaje de Amo tu cama rica, en la que Trueba era guionista y ella protagonista.

Saltando el charco, la pareja más reciente, admirada más que idolatrada, es la de Frances McDormand y Joel Coen. Cuando rodaron Sangre fácil (1984) ya estaban casados. Después han coincidido en siete filmes más, con Fargo como cúspide (Oscar para ella, y para los hermanos por el guión). En lo personal se aprecia que es una pareja muy sólida, con inteligencias notables y egos muy contenidos.

Salto temporal. Giulieta Masina y Federico Fellini. Siete colaboraciones juntos, desde Lui de varietá (1951) y Ginger y Fred (1986); y con obras maestras entre medio como La strada o Las noches de Cabiria. Con lógicos mases y menos Fellini y Masina vivieron juntos cincuenta años, hasta la muerte de él en 1993.

Diane Keaton y Woody Allen. Aunque él esté en el disparadero, es justo citar su brillante época con Keaton (que le apoya en estos convulsos momentos). Annie Hall aguanta bien el paso del tiempo. Manhattan se acercaría si no estuviera manchada por la obsesión del hombre por las chicas recién adultas. Algo inferiores son Interiores, El dormilón o La última noche de Boris Grushenko. De la relación de Allen con Mia Farrow destaca sobre todo Alice.

Helena Bonham Carter y Tim Burton. Tal para cual, un roto para un descosido. Raritos y fascinantes. Sus trabajos juntos son Big fish, Charlie y la fábrica de Chocolate, Sweeney Todd, Alicia en el país de las maravillas, Sombras tenebrosas y voz de ella en La novia cadáver. La pareja cortó en 2014. Una musa/pareja previa de Burton fue Lisa Marie (Mars Attacks!, Ed Wood, Sleepy Hollow o El planeta de los simios de 2001).

Ingmar Bergman y Bibi Andersson y Liv Ullman y Harriet Anderson. Me explayaré sobre el mitificado sueco en un inminente artículo. Hombre fascinante, envidiable por su talento y creatividad, y complejo en su personalidad. Mujeriego implacable, con rasgos de depredador, sin que sus ex levantaran la voz contra él. ¿Flautista de Hamelin? ¿Aprendiz diplomado de brujo? Las sedujo, las dominó y les regaló a cambio papeles de mujeres empoderadas que encandilaron a decenas de miles de espectadores de ambos sexos. A la vez el cineasta fue capaz de dejar retales de autocrítica en películas como la densa Persona. O reconociendo, a través de varios personajes de sus películas, la desatención a sus hijos.

Berenice Bejo y Michel Hazanavizius. ¡Vive la France! Arrancaron con la parodia de espías OSS 117 y tocaron el cielo con la resultona The Artist. Posteriormente se han embarcado en un drama sobre la guerra chechena (The search) y una de metacine, Mal genio (2017) sobre el romance de Jean Luc Goddard y Anne Wiazemsky, escritora además de actriz.

De las incontables parejas con una sola colaboración elijo al azar la de Steven Spielberg y su segunda, actual mujer, Kate Capshaw, (coincidieron, 1985, en Indiana Jones y el templo maldito, aunque no se arrejuntaron hasta 1991). Y caba incluir las de actores que se han desdoblado como directores. Verbigracia Charlie Chaplin y Paulette Goddard en las (magistrales) Tiempos modernos y El gran dictador.

Esta selección de parejas (de)muestra que cuando directores y actrices (o algún ejemplo inverso) se embarcan en un rodaje es con la cabeza bastante fría y una inmensa despensa de paciencia. Teniendo claro claro que hay mucho que perder si no dan lo mejor de si mismos en todo momento. Este tipo de parejas no tienen el glamour de las de actores, pero cuando se atreven su química es incluso más beneficiosa para el espectador.

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