Sólo con leer las dos o tres primeras páginas ya supe que con mi elección al azar había acertado; uno de esos libros en los que leer el título fue motivo suficiente para decantarme por él y no separarme hasta terminar. Si hago memoria, me sucedió lo mismo hace años con Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena y hasta el momento mi intuición titulística, si es que existe ese término, no me ha fallado. También esto pasará es de esas frases que en algún momento de la vida uno se aplica. Un comodín que aparece y desaparece y que hace las veces de consuelo cuando las cosas se atragantan. La madre de Blanca -la protagonista- le cuenta un cuento chino sobre cómo eruditos y cabezas pensantes se encerraron hasta dar con una frase que se pudiera aplicar a todo tipo de circunstancias y, de ahí, su creación. Una bonita metáfora que hasta a una misma le gusta creer.
El libro de Milena Busquets sabe a tristeza pero sin llegar a empalagar, literatura fresca que gusta leer y que esconde una prosa que simplemente hipnotiza. Se lee triste y suena bonito, sí.
Investigando un poco sobre la escritora y su obra en internet he podido ver que ha sido una de las gratas sorpresas en alguna feria literaria internacional. Para mí también lo ha sido.
El argumento no esconde sorpresas. Arranca en el funeral de la madre de la protagonista y se desarrolla a través de los días posteriores al ver cómo afronta esta nueva etapa. Un revés que le hace cuestionarse su vida al completo y ayuda al lector a conocer en cada página un poquito más a ambas a través de las cosas cotidianas. La maternidad, el sexo, la amistad? Quizá esa sea una de las claves de este libro. La simpleza y ligereza de todo. La autora hila palabra a palabra con tal sencillez que sin contar grandes historias, entiéndase esto como un entramado buscado y que sorprende al lector, hace que se convierta en uno de esos libros que merece la pena encontrar.
Quizá Blanca ahora sea más común de lo que muchos piensan. Una mujer metida en los cuarenta, que si echa la mirada atrás y piensa cómo debería ser su vida, encuentra todo patas arriba. El momento lleva a encontrar un pedacito de Blanca en muchos de nosotros, si no es por su situación, por los sentimientos que aborda como la soledad, la muerte o la madurez sin sonar pedante. Una historia enmarcada en Cadaqués (Girona) que le devuelve a su infancia pero donde nada es lo mismo.
