Toca esta semana, en este último domingo de julio, reflexionar sobre lo vivido. Y me refiero a lo vivido en el campo de los eventos y actos convocados en esta "nueva normalidad". En los "síes" y en los "noes" que los cronistas sociales nos encontramos y en las numerosas explicaciones que a veces nos vemos obligados a hacer a través de las redes sociales. En estos tiempos hay más "viejos del visillo" que nunca mirando por la mirilla y ejerciendo de jueces implacables. A veces, todo no es como parece... o sí.
La mascarilla ya forma parte de nuestro día a día. Y sí, en las últimos saraos se han utilizado siempre, sobre todo cuando había que acceder a espacios cerrados. ¿Qué ocurre? Generalmente suele haber invitación a brindis y claro, con la copa en mano y entre sorbo y sorbo, la gente se la quita.
Lo de la distancia social sí es una batalla a luchar. De lo conocido hasta ahora, nos sobran dedos de una mano para decir que se ha hecho bien. Son muy pocas las excepciones. Y también planea una duda. Basta un solo caso entre uno de los invitados para que todo se hunda, entre otras cosas porque casi siempre van los mismos. Mallorca es lo que es y hay quien hay. Guste más, guste menos.
Otra batalla a conseguir es el tema del catering. No, las mesas con comida en la que cada cual coge lo que desea no está permitido, ni camareros desfilando con sus bandejas y esperando a que el comensal se decida. Esto es una norma que muy pocos organizadores respetan. La ley, cierto es, cambia constantemente. Igual que un día se permiten cien personas al aire libre, al día siguiente se reducen a la mitad. Así es imposible que el sector actúe con efectividad. Y una última cosita: no vale apelar solo a la responsabilidad del que va, ni mucho menos.Pintura, escultura... Gallery Red
Drew Aaron y Gunter Saurwein están siendo de lo más proactivos en estas semanas y es de agradecer. Reinventarse y apostar. Han abierto las puertas de su Gallery Red a las esculturas de Miquel Aparici y las piezas artísticas de Aurelio San Pedro y han hecho de la plaza Frédéric Chopin lugar de encuentro. Ojo que en las próximas semanas llegarán novedades a este rincón de Ciutat.
Con motivo de la inauguración de esta exposición, las agencias Estudio Sentmenat y Studio Albons organizaron un cóctel en el que de nuevo la bloguera Fiona Ferrer deslumbró con su estilismo. También acudieron la diseñadora Laura Pons con su marido, el financiero Francisco Gordillo; el empresario Fernando Robledo junto a su mujer Cristina Planas; Isabel Fluxá, Nina Iglesias, Tatiana Almagro (de Can Llavis), Elena Cañaveral y Estefania Pomar, entre otros muchos.
La magia de llamarse Valldemossa
No puede obviar Noemí González, directora del Hotel Valldemossa, que estar al frente de un establecimiento como éste es un lujo, por el equipo, por la ubicación y por sus clientes, amigos y proveedores que no fallaron en la velada que se organizó con motivo de la apertura de temporada. Entre las novedades, una elaborada carta de vinos diseñada por Tommy Ferragut. Por cierto, que en la fiesta nos encontramos con la interiorista Victoria Fuster que, como muchos, ha utilizado el confinamiento para lanzarse a nuevos retos. Ahora se puede pedir asesoramiento para cambiar una estancia del hogar a distancia, entre otras sugerencias. También estuvieron en la fiesta Aina Morano, Mariano Rosselló, Alejandra Company, Óscar Roses e Isabel Salvà, entre otros.
Londres-Madrid pasando por aquí
Y nos despedimos con la simpática fiesta que Anita Susanne Borjesson (Little India) organizó en uno de los callejones más artísicos y pintorescos de Palma, el que está en el carrer Sant Feliu. Hasta su tienda llegaron los sombreros de Ana Lamata, artesana que se formó en Londres y que vive en Madrid. Sus propuestas fueron admiradas por Blanca Obrador, María Navalón, Luisa Catalán o Bento Fonseca. ¡Hasta agosto!
