¿Qué tal, don Pepiño?
Para usted don José, que ya soy millonario.
Al fin lo ha conseguido...
Para que luego digan que no hay que entrar en política.
160.000 euros por ser consejero independiente de Enagás...
A mí también me parece poco. Tiene usted razón.
¿Qué conocimientos tiene usted sobre la actividad de esa empresa?
Absolutamente ninguno, ni falta que hace. Recuerde que yo fui ministro con la misma formación... Bueno, más formación entonces porque ya se me van olvidando cosas.
¿Se le olvidan algunas cosas?
No tantas, no tantas. Tenga en cuenta que todo depende de lo que ya había dentro.
También han fichado a José Montilla
Otro experto en energía de gas...
¿Experto en energía de gas?
Los gases del tubo digestivo, al menos. Y en toda su extensión y explosividad. Que no sabe usted lo que me reía en los consejos de ministros.
También son consejeros de esos doña Ana de Palacio, doña Isabel Tocino y don Antonio Hernández Mancha.
Con mucho menos mérito que yo. Que todas esas personas, además, habían tenido que estudiar.
Algunos piensan que esas empresas les pagan a ustedes por los servicios prestados...
Que nadie se lleve a engaño, también nos pagan por los servicios que les vamos a prestar...
¿Influencias?
Llamémoslo tenerlo bueno con los que mandan o con los que pueden mandar. Que hasta han metido a uno de Podemos.
¿Y qué pasó con el socialismo?
Usted es un inocente. Las etiquetas funcionan. El PSOE y el PP son unas magníficas agencias de colocación. Por eso nos damos tantos navajazos para medrar dentro de los partidos. ¿O cree usted que yo soy mala persona porque es mi naturaleza?
¿Qué formación es necesaria para esos puestos?
Montilla y yo nos dimos cuenta a tiempo de que medrar en el partido era más beneficioso que estudiar. No nos gusta perder el tiempo. Somos hombres de acción.
¿Hombres de acción?
Y a partir de ahora hombres de acciones. Con muchísimas acciones.
