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Artículos de broma

"Nueva normalidad"

"Nueva normalidad"

Al final de la vida anormal del estado de alarma está la "nueva normalidad". Un término meditado. El binomio no dice gran cosa. "Nueva" es una palabra sobadísima. Todo es continuamente nuevo. El más viejo de los trucos del viejo consumismo es colocar nuevo en un paquete para vender un 10 o un 20% más. Seguimos comprando novedad en detergentes, aunque vivamos en la era de las nuevas tecnologías y dentro de ellas.

Con "normalidad" es peor que con "nuevo". "Normal" se refiere a lo que se halla dentro del estado natural, a lo habitual, ordinario y a lo que está dentro de la regla. Vivimos con reglas muy poco naturales y eso crea contradicciones tremendas en el uso de la palabra. En todo el mundo aplana la seguridad que tiene la gente que se considera normal y, por serlo, hace ritos extraños con personas vestidas muy raras porque creen en cosas extraordinarias como que los muertos viven en otra parte. Sólo uso el término "normal" entre amigos que, supongo, comparten un concepto similar, vago y ancho de la normalidad, para englobar un conjunto de sobreentendidos que ahorran a la conversación tediosas obviedades. La última vez que lo hice no funcionó.

La "nueva normalidad" da a entender que nos regiremos por normas nuevas que se irán publicando en el BOE, que ahora es el Boletín Oficial del Estado de Alarma. El término -no casual, insisto- sugiere "neonormalidad", palabra que se ha evitado para distraernos del Orwell de 1984 en este 2020 de gran hermano mayor en que nos vigilan las pantallas personales y las cámaras públicas y un dron nos habla directamente a la conciencia colectiva. La nueva normalidad está por debajo de la antigua, pero tampoco han querido llamarla subnormalidad. Aunque lo sea.

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