Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El faro del coach

Nueva vida: recursos esenciales en situación de confinamiento

Nueva vida: recursos esenciales en situación de confinamiento

Hasta ahora el confinamiento era percibido como una situación temporal, de corta duración. La adopción de una actitud de "espera" tenía sentido, ya que se trataba de circunstancias excepcionales que no tenían vocación de permanencia. Sin embargo, las sucesivas prórrogas y mensajes que estamos recibiendo hacen necesario reformular esta situación como algo actual, real, a lo que podríamos calificar de nueva realidad, al menos hasta que cambien las circunstancias. Por ello, la adopción de algunas medidas con cierta vocación de permanencia se hace muy aconsejable, ya que la idea de "estar a la espera", ha dejado de ser sostenible. En esta ocasión, proponemos adoptar tres medidas que pueden ser altamente aconsejables y que tienen en consideración la circunstancia de estar confinados, como premisa fundamental. El principal objetivo es el de proporcionar un grado de motivación aceptable, cuidar las relaciones interpersonales y conseguir efectividad.

1.- Pensamiento positivo

Consiste en practicar el "paradigma de la abundancia". El paradigma de la abundancia significa prestar atención, en primer lugar, a lo que sí que hay y funciona, lo que sí que es posible y lo que sí que se ha conseguido. Lo opuesto sería practicar el "paradigma de la escasez", que significa prestar atención, en primer lugar, a lo que ni hay, ni funciona, lo que no es posible o lo que no se ha conseguido.

Como alternativa al paradigma de la escasez, proponemos preguntarse "¿Qué es lo que sí que puedo hacer para conseguir lo que quiero?" Hoy mismo me comentaba una clienta que echaba de menos dar abrazos a sus amigos, familiares e, incluso, compañeros de trabajo. Por suerte, ella tiene tres hijos y vive con su marido, así que le recordé que aún podía abrazar a todos ellos, y seguir disfrutando de los abrazos. Este es un pequeño ejemplo.

2.- Escucha empática

La escucha que resulta más potente para tiempos de complejidad emocional es la escucha empática. Escuchar empáticamente nos permite detectar las necesidades ajenas y, teniendo en cuenta también las nuestras propias, relacionarnos de forma que se satisfagan de la mejor manera posible las necesidades de todas las personas implicadas. Si se atiende sólo una de las necesidades en juego se puede percibir una suerte de competición, que genere gran frustración a aquellas personas cuyas necesidades no se han satisfecho. Si se atienden todas las necesidades, el escenario es el de cooperación. La cooperación puede suponer que las necesidades de todos queden satisfechas en un 80%, aceptando que renunciar a una parte genera mayor beneficio común. Un ejemplo puede ser el de cómo organizar la gestión de las tareas de los niños, cuando también se han de atender las responsabilidades profesionales. Negociar con la pareja un reparto de tiempos, o potenciar en los hijos mayores grados de autonomía, cuando ello sea posible, rebajando la exigencia sobre el volumen de tareas que tanto niños como adultos pueden afrontar en el día a día.

3.- Ser explícitos en los acuerdos para ganar en efectividad

Ahora más que nunca conviene no apoyarse en ideas del tipo "es evidente que€" o "hay cosas que no se tienen que pedir... " El funcionamiento efectivo de varias personas requiere la adopción de compromisos reales por parte de las personas implicadas. Los compromisos se producen cuando se da un "sí" explícito donde todos los elementos del compromiso queden claros. Lo que resulta especialmente importante es determinar qué se quiere conseguir, cómo se quiere conseguir, quién realiza cada tarea y los tiempos en los que se van a realizar dichas tareas. Esto aplica a cualquier responsabilidad, como hacer las camas, la definición de menús, la previsión de comida, el apoyo a las tareas de los niños, o cualquier otra tarea más compleja a la que también haya que hacer frente.

Para que la asignación de tareas sea lo más estimulante posible, conviene tener en cuenta las habilidades, los intereses reales y la carga de trabajo de cada persona. Así, la asignación de una responsabilidad es una oportunidad de disfrute, no sólo un reparto de tareas.

Tanto si el resultado es el deseado, como si no lo es, nuevamente volvamos a ser explícitos y agradezcamos o pidamos los cambios que necesitemos. No asumamos que los demás saben que agradecemos algo, ni demos por supuesto que saben que algo no nos ha gustado (por cómo nos hemos expresado a través de nuestro lenguaje no verbal). Dado que cada persona es diferente y dichas diferencias pueden ser más acusadas en dicho periodo, lo que sí que conviene tener en cuenta es que los demás no saben lo que pensamos y sentimos y, si es importante para nosotros, es bueno compartirlo con los demás. A estos efectos, me gusta muchísimo el acrónimo que utilizan en el colegio de mis hijos:

T> True: Hablar desde los hechos, y no desde los juicios.

H> Helpful: Tener en cuenta si, lo que se va a decir, resulta realmente de ayuda.

I> Inspiring: Tener en cuenta si, lo que se va a decir, puede inspirar a los demás.

N> Necessary: Valorar si es necesario realmente decir lo que se va a decir.

K> Kind: Valorar si lo que se va a decir es amable.

Compartir el artículo

stats