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Entrevista

Giovanni B. Merello: "Palma es un modelo a seguir a nivel de hostelería"

De Mallorca le sedujo que tenía mucho en común con su lugar de origen, Cerdeña. Además de hoteles de lujo, también dirigió una prestigiosa firma de moda

Giovanni B. Merello

P Hay una palabra que le acompaña y que dice, define su carrera profesional... la casualidad.

R Siempre digo que he tenido la suerte y la casualidad de encontrarme con gente que ha creído en mí. Claro que yo lo he aprovechado porque me he formado, he trabajado mucho, desde abajo, conociendo todos los departamentos, aprendiendo desde diferentes ópticas y de diversos estilos.

P Desde luego, nadie diría que empezó como ingeniero de luces y sonido...

R Nací en Cerdeña, una isla muy turística, origen de los resort del lujo. Mi primer trabajo, mientras cursaba el bachillerato, fue el de responsable de luces y sonido en un Music Club, que luego pasé a gestionar. Luego abrió un resort de lujo y apliqué a una oferta de empleo que buscaba un técnico de sonido. De ahí pasé a la restauración y así, hasta llegar a la dirección de un hotel.

P Lo cuenta como si fuera algo sencillo...

R Creo que el crecer en una familia de emprendedores me hizo tener una cabeza muy estructurada. También me ha gustado mucho aprender idiomas y cada vez que me he mudado a un país he vivido como un local, no me he encerrado en un gueto con mis compatriotas. Eso también me ha permitido conocer mejor a la gente y apostar, definitamente, por gestionar a través de la inteligencia emocional. Que un cliente se sienta como en casa es clave.

P ¿Y cómo llega de Cerdeña y se establece en Mallorca?

R Por trabajo. Estoy especializado en aperturas de hoteles y las agencias de directivos contactan con nosotros para ofrecernos nuevos retos. La primera vez que llegué a España, en el año 2000, me encontré con un país que reunía toda la belleza de Italia pero de una manera más sencilla. España crecía a un ritmo vertiginoso y se adaptaba muy bien a mis necesidades. Primero aterricé en Tenerife y en 2001 llegué al Sant Regis Mardavall, en Mallorca. Me gustó toda la isla. Mallorca tiene mucho en común con mi tierra y Palma tiene una historia, una arquitectura y un estilo de vida muy parecido a mi pueblo, Cagliari. Además del mar, descubrí la gastronomía local.

P Desde 2017 dirige Can Bordoy Grand House & Garden. ¿Cuánto ha cambiado la ciudad que usted conoció en el 2000?

R Muchísimo. Antes había lujo en Mallorca, existía La Residencia, en Deià, o Son Net, en Puigpunyent, pero Palma era lugar de paso. El turista venía a ver el casco antiguo, la catedral y poco más. No había boutiques del sector luxury, la oferta gastronómica no destacaba... y en casi 20 años, ha habido un cambio estratégico sustancial. De hecho, Palma es hoy en día, a nivel de hostelería, un modelo a seguir para otras ciudades.

P ¿Algo que decir del movimiento "Palma para quien la habita"?

R Claro que existen los extremos, que podemos hablar de la llegada masiva de cruceros de si se conceden más o menos licencias... el problema no es cuántos hoteles-boutique hay hoy en la ciudad, sino qué ofrecen, cómo lo ofrecen, cuáles son sus valores y sentido de responsabilidad hacia la comunidad, sus trabajadores y su clientela.

P ¿Y había mercado para Can Bordoy?

R Si, sin duda. La propiedad tenía muy claro loque quería y necesitaba la ciudad. Para empezar, no optó por hacer 43 habitaciones , que podíamos por espacio, sino ofrecer suites para que aquellos turistas que buscaban lujo en Mallorca pudieran quedarse en Palma. En el proyecto de reforma se dejó muy claro que este lugar tenía también que devolver algo a los palmesanos. Se quiso respetar el espíritu romántico que este edificio que estaba en decadencia tenía, abrir espacios comunes y que se pudiera visualizar una galería de verde desde la calle a través de sus salones. También hemos firmado acuerdos de colaboración con proveedores locales, como Amadip, el Forn de na Glòria, todo empresas con una gran responsabilidad social. Los trabajadores, además, firmamos un Manifiesto de Buenos Modales: creemos en los valores de hospitalidad tradicional, sensación de hogar, valores de familia, amistad, de compañerismo, igualdad y preservación del medioambiente. Es verdad que no es fácil hacer un proyecto como éste y buscar la complicidad vecinal. Pero es cierto que poco se valora que la rehabilitación del Casco Antiguo haya sido posible gracias a inversores extranjeros y que no todos han abusado, sino que han devuelto vida a la ciudad.

P. Reviso su perfil de Linkedin y me sorprendo al ver que, durante tres años, fue director de Christian Dior Couture. ¿Cómo llega a la moda?

R. Como en experiencias pasadas de mi vida, he conocido gente que me ha ofrecido la oportunidad de poner mis conocimientos y savoir-fare de alta calidad de servicio al mundo de los productos de lujo de retail. Ellos no buscaban a nadie, simplemente vieron la oportunidad de dar otra fisolosofía al servicio y me la ofrecieron.

P. ¿Y le gustó ese mundo?

R. Fue una experiencia maravillosa, formativa, donde aprendí muchísimo en temas de márketing y branding de lujo, estrategia y servicios de alta calidad y ventas. Es un mundo peculiar para los que venimos del sector de hostelería de puro servicio y satisfacción de la gente con la que trabajamos, porque resulta ser un mundo más árido. Pero es verdad que también tenía en común la clientela con la que yo trabajaba en los hoteles.

Esta entrevista se realizó unas semanas atrás, antes de conocer la actual situación de emergencia sanitaria.

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