¿Qué tal, doña Patricia?
Genial. Esto de ejercer la incompetencia sin que nadie se entere es maravilloso.
¿Qué me dice?
El otro día estuve en una reunión muy importante en Madrid en la que solo me enteré del 30% de las cosas que se decían, pero puse una cara tan inteligente que al final los demás, que tampoco se enteraban de nada, me preguntaban a mí.
Pero hombre, ¿cómo dice usted que es incompetente?
Incompetente para ser consellera de Salud, no para otras cosas. Pero bueno, si repasamos las demás consellerias, menos una, y la presidencia del Govern tampoco es para tanto la cosa...
Exacto, lo que yo decía, no será para tanto...
Mire, para ser enfermera bastan cuatro años. Para ser médico hacen falta seis años, ¡y qué seis años!, y cuatro más de especialidad. Diez años. Si pensamos en la cantidad de médicos completamente incapaces y luego pensamos en mí, las conclusiones pueden ser demoledoras.
Exagera usted...
No me quiero imaginar la que montarían jueces, fiscales y abogados si pusieran de ministro de Justicia a un graduado social. La suerte que tengo es que los médicos se lo tragan todo. Son más majos.
Y muchos son subordinados de usted...
Empezando por mi Juli... aunque bueno, mi Juli hizo la especialidad por la puerta de atrás, sin necesidad de perder el tiempo. Lo suyo sólo fueron seis años de carrera y ya está. Y ahí lo tiene, dirigiendo el IB-Salut. Es listo y obedece a Pomar.
¿Y los demás médicos subordinados de usted?
Más majos. Me hacen la pelota como locos. Para eso los médicos son muy buenos. Y mira que yo procuro poner a enfermeras por encima de ellos.
Una pregunta técnica, ¿qué pasa con el Coronavirus?
Preguntas difíciles no, por favor.
¿Por qué habla todo el mundo de tasa de mortalidad del Coronavirus, cuando el término adecuado es tasa de letalidad?
¿Ah sí? Y a mí qué me cuenta. Será para que la gente se aclare... ¡yo qué sé!
¿Se imagina usted a la consellera de Hacienda llamando IVA al IRPF?
Ay no sé, pero es tan mona, ¿verdad?
Todo perfectamente aclarado, doña Patricia...
Le voy a decir algo: la próxima vez que me entreviste póngase mascarilla, por favor.
