El mar y la montaña son los protagonistas de esta casa situada en el Port d'Andratx, edificada en 1989 y reformada este mismo año. En todos los rincones de la casa predominan los colores blancos, beige y azules suaves, dándole un agradable ambiente acogedor a la vivienda. En el interior, los espacios son amplios y diáfanos, ya que aprovechan la luz natural que entra por los grandes ventanales acristalados que hay distribuidos por la vivienda.
El apartamento, que consta de dos dormitorios y dos baños en su superficie de 80 m², tiene una amplia terraza con vistas al mar, a la montaña, al bosque, al puerto y a la ciudad. En el interior, las sofisticadas instalaciones mejorarán la calidad de vida y la comodidad de los habitantes. Junto a la sala de estar, hay una moderna cocina equipada y amueblada con lo necesario y con un estilo elegante y distinguido. Por otro lado, en el diseño interior de la vivienda se ha optado por no utilizar puertas entre los módulos para dar una sensación más cercana y próxima, sin la necesidad de usar elementos sobrantes.