Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Si añadimos que en esta isla, quién más, quién menos, conoce a alguien "que...", resulta todavía más inquietante que nos encontremos con gente sin ética ni estética. ¿Cómo se puede ser tan poco profesional para presuntamente usurpar una marca de manera consciente y utilizarla en beneficio propio? ¿Cómo se puede organizar un acto fingiendo sobre patrocinios y colaboradores? ¿Cómo se puede usar el logotipo de una entidad para anunciar una recaudación solidaria sin que dicha asociación haya dado su visto bueno? Pero, sobre todo, ¿cómo puede una institución pública subvencionar un evento aun sabiendo el presunto lío que hay en torno a él? Pues eso, amigos, es lo que ocurre en torno a las responsables de la Mallorca Fashion Week (#MAFW), pasarela que se ha celebrado este fin de semana y que no debería haberse llevado a cabo. Al menos, no de esta manera.
La historia se remonta al año 2017, cuando se celebró una primera edición no exenta de polémica. Ya apuntaban maneras. La jornada de los desfiles fue el caos absoluto. Diseñadores que no tenían hotel para descansar -hubo quien se lo pagó al final de su bolsillo-, maquilladores y estilistas que tiempo después denunciarían no haber cobrado, fotógrafos que vieron cómo se utilizaban sus imágenes sin solicitar permiso (existe hasta un requerimiento judicial) y el colectivo de modelos de la isla muy enfadado con la organización (si es que se hubo algún tipo de planificación). La cosa no ha mejorado con el tiempo, de hecho, ya hay algunas empresas e instituciones que les dan la espalda (entraremos en profundidad en otra ocasión), así que en este 2019 la estrategia de la organización ha sido distinta. Nos "inventamos" que contamos con tal persona y tal empresa y así nos ganamos el favor de las demás. Sin ningún pudor.
Podría contarles muchas cosas más, porque lo he vivido de primera mano, pero lo cierto es que la labor de investigación no es harto complicada. Basta ver el cartel original del evento con el definitivo: aparecen y desaparecen logos como por arte de magia y a golpe de llamada por parte de los afectados. Igual que el dinero, que vuela. Y aquí es donde queríamos llegar. Allá las empresas privadas con sus decisiones sobre dónde y cómo invertir su presupuesto, pero ¿de verdad que una institución pública como el Consell de Mallorca y todos sus departamentos y asesores viven ajenos a todo el escándalo que durante meses se ha ido cociendo? ¿De verdad que no les ha llamado la atención las quejas del colectivo de Diseñadores y Productores de Moda de Mallorca? ¿No les han chirriado los cambios de planes, los cambios de logo, los cambios de nombres y los cambios de participantes? Justificarse en que "solo tenemos que fijarnos en si la sociedad que nos pide la subvención cumple con los requisitos y no arrastra deudas" es de creerse que somos idiotas. Declarar en quiebra una sociedad para no abonar las cuentas pendientes y abrir una nueva para "empezar desde cero" es el pan nuestro de cada día. Ya les digo. Este es capítulo 1 de una larga, larga historia. Veremos en qué queda todo.
Y ahora hablemos de cosas bonitas.
La cajita del sí quiero
Qué gusto y cuánto amor hay en todos los nuevos proyectos de Relojería Alemana. Los hermanos Blanca, Paula y Pablo Fuster, la cuarta generación al frente de la marca, siguen apostando por la tradición y el savoir faire que define sus 140 años de trayectoria, pero también se atreven a innovar y a adaptarse a los cambios. Observan mucho a sus clientes, buscan y preguntan cómo mejorar su experiencia de compra y fruto de toda esa investigación surge la cajita del "Sí, quiero". Nos explicamos. Diseñada por el premiado arquitecto Jaime Oliver, del estudio Ohlab, The Bridal Tool Boox, se inspira en una caja de herramientas, en una suerte de compartimentos secretos que se van abriendo para descubrir anillos de pedidas y alianzas. "Entendemos que es un momento único y muy especial para los futuros maridos y queremos que esa experiencia positiva empiece eligiendo de manera cómoda ese solitario que puede cambiarles la vida", nos explica el CEO de Relojería Alemana. Solo tienen que fijarse en los escaparates y la verán. Dispuesta a dar lo mejor de sí misma.
El evento de presentación, que tuvo lugar en la sala de cine del hotel Mamá, de Palma, fue íntimo, tuvo palomitas, sushi y champán. Y fueron pocos los privilegiados a este estreno. Por allí estuvieron Judith Jurado, Mireia Escandell, Ania Endzelm, Marina Ferrer, Juan Antonio Fluxà, Lola Sampedro, Juan Miguel Sundin, Ana Hernández o Miguel Ángel Darder, entre otros.
Belleza limpia
Les decíamos que queríamos hablar de cosas bonitas y seguimos con ello. Gracias a Tania Baides Atelier, pudimos conocer a Judith Springer, creadora de Fine, firma alemana de productos de belleza que ahora tiene un rinconcito en Ambergris, el nuevo templo de la cosmética natural en Palma; al frente, Augusto Buzzegoli. Carmen Coll, Mercedes López, Joana Maria Cerdà o Teresa Crespí disfrutaron de una íntima presentación que contó con catering de Lluís Pérez y la experiencia floral de Tinons. Por cierto, no se pierdan este próximo martes 26 (y hasta el jueves 28) el mercado de artesanía en el hotel Sant Francesc. Talleres, música y apuesta por el producto con valor.
Fotodegustación
Dos apuntes más antes de despedir el mes de noviembre. En Inca, y con motivo de sus ferias, tuvo lugar la tercera edición de Fotodegustación, un evento artístico y culinario protagonizado por el chef Chaná Barrios y la fotógrafa gastronómica, Cristina Ortega.Y en Palma,la diseñadora venezolana Enluc Paz presentaba su nueva línea de lencería, Sexy Rubber. ¡Hasta el domingo!
