Le llaman cangrejo azul o jaiba, su denominación científica es Callinectes sapidus, y es un todoterreno de los mares, adaptable como pocas especies a ambientes muy diversos. Llegó a Balears hace siete años, muy probablemente de forma natural, y ha venido para quedarse. Queda ahora por ver qué efectos causará, pues es un gran depredador y todo apunta que, al menos en su fase adulta, no tiene de momento demasiados enemigos. Cabe precisar, no obstante, que los estudios son muy iniciales para hacer afirmaciones.
Los primeros ejemplares se vieron en el año 2012 en el Delta del Ebro. Desde entonces, este crustáceo se ha convertido en un problema en nuestras costas. Es originario del Atlántico americano se ha expandido por mar, ríos y humedales de todo el Delta del Ebro y de la Comunidad Valenciana, desde donde los científicos sospechan que ha podido llegar a Balears.
En nuestra comunidad autónoma se ha iniciado un estudio por parte del Grup de Recerca d'Ecología Interdisciplinària de la Universitat de les Illes Balears (UIB) que dirige el biólogo Samuel Pinya. El proyecto de Balears se denomina CALIBAL (Estudio del Proceso de Colonización del Cangrejo azul Americano en las Illes Balears). Está financiado por la Catedra del Mar-Iberostar de la UIB.
Una investigadora analizando un ejemplar. P. C.Rapidez
En Valencia es el CIMAR (Centro de Investigación Marina) de la Universidad de Alicante quien está estudiando cómo controlar su expansión, pero "su propagación va más deprisa que la actividad científica" como ellos mismos declaran.
Es normal confundir una especie invasora, pero no está incluida en ese catálogo oficial puesto que no se ha demostrado que así sea. Muy al contrario, y a falta de estudios definitivos todo apunta a que lo más probable es que se trate de una colonización natural. Iván Ramos, jefe del Servicio de Protección de Especies de la conselleria de Medio Ambiente explica que "se habla de la posibilidad que hubiera llegado a Balears nadando o por medio de corrientes desde la costa levantina, aunque también se baraja la posibilidad que sus larvas hayan viajado en el agua de lastre de alguno o algunos buques".
No obstante, el cangrejo azul no es una especie nueva en Europa. Llegó en el año 1901 a la costa atlántica de Francia. En el Mediterráneo se tiene constancia de su presencia desde los años 30 del siglo XX y los primeros avistamientos en libertad se producen en las costas de Israel, "donde había sido introducido como especie comercial", indica Samuel Pinya. Los siguientes avistamientos se producen en las costas turcas y paulatinamente se observa como avanza hacia occidente.
Descubrimiento
En Balears se descubre a partir de 2017 y la expansión ha sido muy rápida. Este verano, en particular, "en la bahía de Alcúdia ha habido una explosión espectacular", explica el biólogo director del proyecto de investigación. Es una especie que cría en primavera y verano, especialmente a partir del mes de julio hasta finales de agosto. Este año se han localizado muchas hembras con huevos en la bahía de Alcúdia, según se ha comprobado por las muestras recogidas por la UIB.
El parque natural de s'Albufera (Muro) esta siendo colonizado con rapidez; precisamente este verano se detectaron algunos problemas en dicho lugar. La entidad conservacionista TAIB (The Albufera International Biodiversity Group) ha denunciado la actividad "ilegal y peligrosa" que supone la presencia "frecuente" de pescadores furtivos que, aprovechando la falta de vigilancia, "se cuelan" al parque natural por las noches con el objetivo de atrapar carpas (Cyprinus carpio) y también cangrejos azules americanos, dos especies alóctonas del humedal cuya pesca, al igual que la del resto de especies, está prohibida en el parque.
Se detectaron algunos problemas en dicho lugar al comprobarse como pescadores furtivos acudían a capturarlos. Además se constató como habían encendido hogueras para cocinarlos en el mismo sitio con el consiguiente riesgo de incendio.
La expansión el cangrejo azul por las aguas costeras de Balears se ve favorecida por la alta adaptabilidad de la especie. Es prácticamente omnívoro y tiene especial tolerancia a la falta de salinidad de agua, se le ha visto muy en el interior del parque natural de s'Albufera y del torrente de na Borges (Son Serra de Marina) y el se Son Bauló (Can Picafort)
Es ademas un gran depredador con efectos aún desconocidos pero que se teme que puedan afectar a especies locales en forma grave.
El estudio que lleva a cabo la UIB, y que se prevé que finalice en 2020 pretende contestar varias preguntas fundamentales. La primera estriba en conocer cual es su patrón de dispersión, habida cuenta que apareció en 2017 y ya se observa prácticamente en todas las costas de Mallorca; también en las de Menorca, Eivissa y Formentera. Sólo en la costa de la Serra de Tramuntana y Ponent de Mallorca y Eivissa todavía no cuentan con este crustáceo entre su fauna marina.
La siguiente incógnita que se debe despejar es el lugar que ocupa en la cadena trófica, sobre qué especies preda y de la que es presa. Se han tomado más de 600 muestras que van a ser analizadas para intentar determinar esta cuestión. No parece tener grandes enemigos a excepción del pulpo, voraz consumidor de todo tipo de crustáceos. De todas formas aún es muy pronto para hablar sobre esta cuestión.
La tercera incógnita se centra en averiguar cuál ha sido la vía de entrada del cangrejo azul en Balears. Para ello se han tomado muestras y submuestras en las diferentes islas y en otras partes del Mediterráneo. La idea es hacer un análisis minucioso para determinar parentescos y observar, incluso a nivel genético, con que poblaciones se asemeja más.
La UIB ha elaborado un manual, que prevé difundir en breve para que se puedan distinguir los machos y las hembras de esta especie. Cabe explicar, no obstante, que, a pesar de que es muy apreciado en la cocina, su captura no está permitida.
En Maryland (Baltimore), en la costa este de Estados Unidos, se consideran un manjar e incluso se celebra un festival del marisco en verano en el que son los preferidos. Allí acuden comensales de todas partes del país solo para degustar ostras y cangrejo azul cocinado al vapor.
Para tomar muestras, los científicos usan nasas como las de los pescadores comerciales. UIB
Morfología
El cangrejo azul o jaiba es un crustáceo decápodo que presenta cinco pares de patas. Su cuerpo está cubierto de un exoesqueleto color verde oscuro.
En los machos, las patas (pleópodos) tienen un color gris-azulado, y esta característica es la que les ha dado el nombre común de jaiba azul. Sin embargo, en las hembras, las puntas de las patas son de tonalidad rojizo-anaranjada.
Pueden llegar a medir 20 centímetros de ancho (de pata a pata), y a pesar cerca de medio kilo cuando son adultos.
Sus pinzas son muy potentes lo cual es un peligro para las redes de pesca cuando son capturados de forma accidental pues las rompen para liberarse causando grandes perjuicios a los pescadores.
Son especímenes activos y voraces. Es omnívoro, ya que come plantas y animales. Normalmente consume bivalvos de concha fina, anélidos, pequeños peces, plantas, y casi cualquier otro elemento que pueda encontrar, incluyendo carroña, otros individuos de su misma especie y residuos animales.
Como el resto de los crustáceos, son ovíparos. Se reproducen en aguas próximas a las costas en primavera y verano. Se calcula que la fecundidad de una hembra de tamaño medio es de 700.000 a 2.000.000 de huevos.
El cangrejo azul es nativo de la costa occidental del Océano Atlántico, desde Nueva Escocia hasta Argentina, y alrededor de toda la costa del Golfo de México. Además de Europa y el Mediterráneo, también se ha introducido en aguas japonesas y se ha observado en los mares Báltico y Negro.
El primer registro de su presencia en las aguas europeas se llevó a cabo en 1901 en Rochefort, Francia. En algunas partes de su área de distribución se ha convertido en objetivo de pesca; incluso en Grecia, la población local puede estar disminuyendo como consecuencia de la sobrepesca.
A parte de los efectos nocivos que pueda tener sobre otras especies autóctonas, una ventaja es que se trata de una especie comercial por lo que se puede pescar y obtener un beneficio. De hecho, en el Delta de Ebro se captura en grandes cantidades para venderlo en el mercado.
