Llevamos varios meses a vueltas con la boda de Rafael Nadal. Y ahora que estamos a una semana de que uno de los mejores deportistas de toda la historia le dé el sí quiero a su novia de toda la vida, nos cunde una sensación de ansiedad y de alto nivel de estrés. Se prevé que este próximo 19 de octubre, en torno a sa Fortalesa, se reúnan curiosos y prensa internacional a la caza de una imagen. Podría ser todo mucho más fácil; lo agradeceríamos.
Rafael Nadal y Mery Perelló tienen todo el derecho a blindar su próximo enlace. Pero, sabiendo la trascendencia mediática que la pareja tiene, me gustaría que, tal y como hicieron en su día Rudy Fernández y Helen Lindes, salieran a posar para los medios o facilitasen una fotografía. A día de hoy, y según algunas fuentes próximas a los novios, ni Nadal ni Perelló están por la labor, y eso provocará el caos en Pollença y alrededores porque los periodistas intentarán por todos los medios captar el momento, acceder a los invitados y ya se pueden imaginar. Ya se prevé lío en los hoteles, por tierra, por mar y por aire y, según ha trascendido, desde el Ajuntament de Pollença no se ha diseñado un dispositivo de seguridad específico. Insisto, la pareja está en su perfecto derecho de prohibir drones, teléfonos móviles y el uso de redes sociales entre los invitados y, salvo que medie exclusiva -que no creo dada la discreción de la que siempre han presumido- nos quedaremos con las ganas de ver al actual número 1 del tenis y Mery vestidos de gala.
Ojalá cambien de opinión y en el último momento nos den la alegría.
Y hablando de enlaces privados. ¿Se acuerdan que les conté en exclusiva que Gareth Bale, se había casado este verano en sa Fortalesa? Como les digo, vamos sabiendo más detalles. 80.000 euros de propina dejó el futbolista del Real Madrid a los floristas que decoraron sa Fortalesa. Casi nada.
Entramos, ahora sí, en materia semanal.
En la mesa de Alix
Me he imaginado alguna vez como Carrie Bradshaw, dando fiestas en mi loft de Manhattan y presumiendo de unos Manolo Blahnik. Me he visto en largas mesas tomando una copa de cava o conversando con mis amigas en un coqueto rincón con vistas. ¿Ven la escena? Pues toda esa esencia, más natural y sin tanto edulcorante, hemos podido vivirla esta semana gracias a la agencia de comunicación Ola-PR que coordinó la presentación de la firma Alix of Bohemia en la Mansion Dux, en Son Roqueta.
Alix Verley-Pietrafesa y Sebastian Kaufmann son de portada de revista de Vogue. Ella se dedica a diseñar las prendas y él, creativo y fotógrafo, al desarrollo de una marca que ya lucen Alicia Keys, Gwen Stefani o Kate Hudson y que ahora tendrá su base en Esporles, donde se han quedado a vivir. En este show-room efímero, en el que ellos mismos se encargaron de hacer y servir el almuerzo, pudimos apreciar las piezas de una colección que ya presentaron en la semana de la moda de Nueva York y charlar con Arndt y Chantal Verheijen, propietarios de la casa noble de estilo art-deco y colonial que adquirieron en una subasta en 2013. La Mansion Dux pertenció al general Jaime Garau de Muntaner y la reforma es una maravilla en mayúsculas. Disfrutaron de la experiencia Susanne Börjesson, Muriel Malchus, Junior Charles, Andrés Llompart, Luisa Catalán o Juan Peralta, entre otros.
Gala con premios
Un año más asistimos a la gala anual de la Asociación de Instaladores Empresarios de Balears, ASINEM; una velada ameniza por el cantautor y humorista mallorquín, Riki López y durante la cual se entregaron muchos regalos a los asistentes a través de varios sorteos.
Con Carlos Moyà, presidente de la entidad, ejerciendo de anfitrión, durante la noche se homenajeó a los instaladores que se jubilaron durante este año y se entregó el X Premio ASINEM, que recayó en manos del ex conseller de Energía, Marc Pons.
