Hoy presentamos una casa completamente reformada al estilo mallorquín, con vigas en el techo y muebles de madera para crear el efecto rústico de las viviendas rurales. La bonita entrada combina los colores tierra de diferentes tonos, tanto oscuros como claros, y destaca la pared forrada de piedra, las escaleras de típica piedra marés y una cesta de mimbre que dan el toque isleño. En el cuarto de baño, se descubre un arco, también de piedra marés, que da acceso a la bañera, decorada con piedra lisa natural al igual que la ducha. La iluminación en el baño crea un ambiente más cálido. Asimismo, una espaciosa cocina rústica de baldosa y telas de lengua mallorquinas nos ofrece la seña de las casas de pueblo del interior de la isla. Los dormitorios mantienen una decoración antigua, con colores oscuros, y en una de ellas despunta una cama de matrimonio de estilo bilros. Además, la casa tiene un favorable patio interior con 'safareig', persianas mallorquinas y unos sofás para descansar que lo convierten en un lugar muy confortable y acogedor.
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La casa