Se habrán hartado estos días de leer y escuchar opiniones sobre el cambio radical de doña Letizia durante sus vacaciones públicas en Mallorca. Yo misma se lo he contado. Pero, vamos más allá de los hechos y tratemos de analizar el por qué. ¿Ha habido "toque", "llamada de atención" o algo similiar desde Zarzuela? Es evidente que desde aquel rifirrare en la Seu, los esfuerzos por recuperar la imagen de la Reina y la princesa Leonor -que también recibió muchas críticas a pesar de ser una niña por el feo gesto de retirarle el brazo a su a buela- no han cesado. Para muestra, y a pesar de que las hijas de los Reyes no salen nunca a solas con doña Sofía, la primogénita siempre sale de la mano de la madre de Felipe VI. Si el pasado verano no se separaron durante todo el paseo por el Mercat de l'Olivar, estos días de agosto ha ocurrido lo mismo. Sí, nada es natural.
Me sigue sorprendiendo, no sé a ustedes, que en todo el tiempo que los reyes eméritos han estado en Mallorca -conviertieron Marivent en su residencia de verano oficial a finales de los años 70- se desvele que pueblos como Pollença no apareciesen tachados en su lista de municipios a visitar. Así lo desveló doña Letizia durante la sesión fotográfica en el Palacio. "Doña Sofía no había estado nunca allí y también le ha encantado". ¿De verdad? Lo mismo que cuando la Reina comentó a un grupo de invitados durante el cóctel ofrecido en L'Almudaina que estaba descubriendo rincones desconocidos de la isla "y que a las niñas les sorprendía el contraste entre pueblos que hay dentro del archipiélago". Apaga y vámonos. 15 veranos en Mallorca y "cada vez mejor" pero ¿a nadie de la Casa se le había ocurrido planear antes rutas privadas -que cuando quieren las hacen sin que nadie se entere- por los principales lugares de la isla? ¿Todo se resume en salidas en la Somni, el Náutico y los posados agro-rurales (La Granja, Son Marroig, Centre d'Interpretaciò de la Serra de la Tramuntana)? No me extraña que a la Reina no le gustara la isla. Es que no la conocía. Si se sube ahora al barco de los enamorados de esta tierra, que sea bienvendida. Aunque nos siga pareciendo todo demasiado impostado.
Homenaje de realeza
Kyril de Bulgaria, cuyos hijos -aunque no han vivido nunca en España- hablan español entre ellos y dicen que son mallorquines, sí que es uno de los mejores embajadores que tenemos. Sin obligaciones. Fue elegido, ya lo sabrán, Mallorquín de Verano y, durante la entrega del reconocimiento, en el GPRO Valparaíso, presentó a su nueva pareja, la aristócrata Katherine Butler. Una velada íntima a la que no faltaron los miembros de la asociación de mismo nombre, entre ellos, Toni Ferrer, director del establecimiento y presidente de la entidad, y Tommy Ferragut, vicepresidente y organizador del evento, y peridodistas como María Eugenia Yagüe, Carmen Rigalt, Carmen Duerto, Almudena Martínez-Fornés, José Beltrán o Arantxa Furundarena.
También amigos como Marina Vera, de la DO Pla i Llevant; Laura Calvo, de la Flor de Sal d'Es Trenc; Mar Aldeguer, de Coolook y Cristina Muñoz, de Pinko. Ambas, con la colaboración de la estilista Gemma Muñoz, fueron las responsables de ayudarme con el vestuario. Me tocó presentar el evento. Gracias. Por cierto, que uno de los momentos más emotivos de la noche fue durante el homenaje sorpresa que recibió el fotógrafo Bernardo Paz por sus 35 años de trabajo-verano en Mallorca. A él le debe su nombre la asociación.
Orden de Malta
Cambio de escenario y cambio de presidencia. Patricia Conrado fue la encargada de orgnizar el cóctel benéfico de la Orden de Malta que, en esta ocasión, tuvo lugar en el restaurante Baiben, del dos estrellas Michelin, Fernando Pérez-Arellano.
Mas de doscientas personas, entre ellas, la senadora Maria Salom, los arqueses de Rialp, Mercedes Quiroga, José Francisco Conrado de Villalonga, presidente del Consejo Asesor Territorial de Caixabank en Baleares, la marquesa de Vilanova i la Geltrú, Teresa de Juan, Alfonso Pérez-Maura o José Tur de Montis y su hija, Nieves.
de copa
Y nos vamos con dos apuntes más. Todo durante la semana pasada giró en torno a la Copa del Rey de Vela Mapfre. No necesariamente en el Náutico, sino en las fiestas que tuvieron lugar durante la competición. La más reposada pero, a la vez, más interesante, fue la organizada por BMW España. ¿El lugar? El Museo de Mallorca que los invitados, no más de cincuenta compañeros de prensa, pudieron conocer de la mano de su directora, Maria Gràcia Salvà, la que les habló de la reforma que había sufrido. Gracias por la invitación a Pilar García de la Puebla y Carmen Mora. Y a todo el equipo de cocina encabezado por Margalida Alemany junto a Joan Porcel.
Ya esta semana, el martes, tuvo lugar la presentación literaria más multitudinaria de los últimos meses. El culpable es ese Galerista accidental que es Pep Pinya, que se ha abierto a la periodista, compañera y amiga Raquel Agüeros. Ambos han alumbrado un libro que va mucho más allá del arte. Hizo calor, mucho, pero también aplausos para los protagonistas por parte de Cristina Roig, Pilar Ruibal, Ana Martínez, Josep Salmerón o Tito Rotger. ¡Hasta el domingo!
Bulgari y Clinique la Prairie
Una cata de champagne y alguna que otra sorpresa en la tienda Bulgari, recientemente inaugurada en el Borne por Nieves Álvarez, escenario, como decimos, de un evento en torno a la Copa del Rey y en el que nos encontramos a Mylène Baviera, Pepequin de Orbaneja, Estefanía Bascuñana, Pilar Montes, Mariana Chacón o Nicolás Pomar.
La fiesta de Omar Hernández
Kim Schindelhauer y Aline Matskia, propietarios del Palacio Can Marqués, ejercieron de perfectos anfitriones de la fiesta postcumpleaños de Omar Hernández, "celebridad de la noche neoyorquina". A la celebración acudieron, entre otros, Fiona Ferrer, Liana Yepez, Douglas Wurth, Guillermo Giammona, Alexandra Seegers y Renee Thompson.
