¿Qué tal, don Donald?
Como nunca. No hago otra cosa que gustarme.
¿Preparándose para la reelección?
No crea que me preocupa tanto. Todavía no sé ni cuál será el sparring que me pongan los demócratas.
Después de 16 años sin pena de muerte en el ámbito federal usted ha anunciado que se reanudarán las ejecuciones...
Sí. No sabe usted la de mexicanos y negros que tenemos sueltos por todo el país. Delincuentes en su mayoría, claro.
No sé si alguien podría decir que eso que usted dice es un signo de racismo...
No lo creo. Hay también muchos irlandeses que no son de fiar. Recuerde usted a los Kennedy.
Supongo que también perseguirá con esa pena a los supremacistas blancos...
A ver, no hay que exagerar. Esas personas tienen sus derechos y hay que respetarlos.
Expulsará a los inmigrantes dudosos...
Esa es mi intención, sí. Para que los americanos decentes no se vean amenazados...
O sea, que igual tiene que expulsar del país a su mujer...
Mi mujer es de mi propiedad, como su propio nombre indica. Mis propiedades no son emigrantes, y por lo tanto no se ven afectadas por esas iniciativas. Tampoco voy a expulsar a mi nevera o a mis sillones, que parece usted imbécil. Claro que usted es hispano... todo se entiende.
China ha anunciado que suspende la compra de productos agrícolas de Estados Unidos...
Les voy a meter un pepino en medio de Pekín como sigan fastidiándome. Lo he dicho mil veces: America First.
O sea, que Argentina, Brasil, Costa Rica, México, etc... también first.
América, querido inculto, limita al sur con los despreciables mexicanos y al norte con los altivos canadienses. Lo demás no es América, como todo el mundo sabe...
¿Todo el mundo?
Todo el mundo, que tiene los mismos límites que América, pedazo de ignorante... y al chino ese lo voy a reventar.
¿Qué haría usted con las pateras del Mediterráneo?
Explíqueme usted para qué sirven los torpedos...
¿Presentará usted sus impuestos?
Como se ve que es usted hispano. ¡Escoria!
