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Historia del deporte

100 años del Baleares republicano, de izquierdas y anticlerical

En noviembre de 2020 se cumplirá el centenario de la fundación del Baleares Fútbol Club, que ha sido desde entonces el contrapunto del Real Mallorca

Obreros de la Fundición Carbonell, fundadores del equipo homónimo.

Acababa de iniciarse la década de los 20 del pasado siglo. El fútbol, que ya congregaba masas, era todavía un deporte incipiente, muy alejado de la profesionalización, de su estructuración como un rentable negocio. En Mallorca existía un club, el Alfonso XIII (nombre del Borbón vigente en España, bisabuelo de Felipe VI), aunque se le conocía como alfonsinos, fundado en 1916. Hoy su nombre es el de Real Mallorca. En 1920 los obreros de dos empresas, Fundición Carbonell, llamada Can Salí, y Mecánico, perteneciente a la Naviera Isleña Marítima, adquirida por Juan March en 1918 para crear la Trasmediterránea, habían organizado dos pequeños clubes con la intención de disputar partidos, que ahora serían de los llamados amistosos. Las empresas de ambos estaban radicadas en el extrarradio de Palma, lo que con el paso de las décadas se ha convertido en una de las arterias principales de Ciutat: Jaime III, un siglo atrás dominio de huertos, fábricas y alguna conocida casa de lenocinio, muy solicitada, según se cuenta, en sectores de la sociedad palmesana dispensada de agobios económicos.

El historiador Manuel García Gargallo, que tiene editado un libro titulado Els origens de l'Atlètic Balears (1920-1942). Dels inicis a la fusió, ha escudriñado concienzudamente cómo se llegó a crear un club que en 2019 pugna por ascender, por segunda vez en su difícil historia, a la Segunda División del fútbol español. El Baleares, desde siempre considerado el pariente pobre del Real Mallorca, al que dieron carta de naturaleza personas de "alta alcurnia" de la sociedad mallorquina, afirma Manuel García, estaba enraizado en la tradición republicana, izquierdista y anticlerical, consustanciales a Fundición y Mecánico, puesto que de la fusión de ambos clubes, en noviembre de 1920, surgió el Baleares Fútbol Club.

Transcurrió muy poco tiempo, apenas unos meses, desde la creación de los dos clubes obreros hasta que decidieron aunar esfuerzos para dar paso a una entidad de mayor solvencia, el citado Baleares Fútbol Club, con el que se pretendió dar contundente réplica al elitista Alfonso XIII, los alfonsinos, con quienes de inmediato surgió una animadversión apenas disimulada, antagonismo que transcurrido un siglo sigue plenamente vigente. Las razones por las que se fusionaron Fundición y Mecánico son obvias para el historiador Manuel García: eran las dos únicas entidades dedicadas a la práctica del fútbol de "extracción obrera". Así que el Baleares, desde su nacimiento, asumió el componente idelógico republicano, izquierdista y anticlerical que revestían sus directos antecesores. El crecimiento del club fue muy rápido, puesto que las barriadas obreras lo hicieron suyo convirtiéndolo en el adversario natural del Alfonso XIII, el Real Mallorca.

Primer derbi

El 13 de marzo de 1921 es una fecha que ha pasado a la historia del fútbol mallorquín. Ese día contendieron por primera vez el Alfonso XIII y el Baleares Fútbol Club. El partido se jugó (lo de que se jugó es un decir por lo que viene a continuación) en el desaparecido campo de Buenos Aires, ubicado en el inicio de la calle General Riera, en el carril derecho, justo delante de lo que era el cuartel de la Guardia Civil. El enfrentamiento había generado enorme expectación, por lo que el campo estaba abarrotado. Lo que sucedió fue un verdadero enfrentamiento, solo que de carácter extradeportivo, porque, tanto jugadores de ambos equipos como público, no tardaron en liarse a bofetadas y algo más, en protagonizar toda una batalla campal, hasta el punto de que a la autoridad gubernativa no le quedó más remedio, mediante la intervención de la fuerza pública, que proceder a la suspensión del partido, lo que contribuyó a exacerbar todavía más los caldeados ánimos. En el momento de la suspensión el partido lo ganaban por 2 a 1 los alfonsinos. El fustrado derbi, constituyó el inicio de una secular inquina, propia de cualquier ciudad en la que existen dos equipos de fútbol. Los casos de Sevilla y Betis o Real Madrid-Atlético de Madrid constituyen una de las esencias del fútbol actual en España, al igual que el Barcelona y Español.

García Gargallo precisa que en los años 20 del siglo XX todavía no se habían estructurado las ligas, por lo que los partidos que se concertaban tenían la etiqueta de benéficos. En Mallorca, la cosa solía dilucidarse entre el Alfonso XIII y el Baleares llevando sistemáticamente las de perder el segundo. Los alfonsinos disponían de muchísimos más recursos haciendo valer su superioridad. Al proclamarse la Segunda República, el 14 de abril de 1931, las cosas siguieron más o menos igual. Hay que anotar que entró un tercer club en discordia: el Constancia de Inca, que incluso llegó a derrotar al Real Mallorca en más de una ocasión. Pero, dice García Gargallo, el Baleares "estaba allí", al disponer de una "masa social importante" de trabajadores.

En julio de 1936, al celebrarse los juegos olímpicos de Berlín, escaparate para que reluciera la Alemania nazi de Adolf Hitler, se convocó en Barcelona la que se bautizó como "Olimpiada Popular". Debía iniciarse el día 18. Desde Mallorca, tanto el Baleares como el Constancia enviaban una representación con varios de sus jugadores. No así el Real Mallorca, que abiertamente se negó a participar, fiel a su esencia nítidamente derechista.

La suerte de cara

Sucedió que el 17 de julio se inició el golpe de Estado contra la República, al sublevarse las guarniciones militares del protectorado español del norte de Africa. La rebelión se extendió 24 horas más tarde a la península para, al día siguiente, los militares destacados en Mallorca sumarse al golpe de Estado. Los jugadores del Baleares y el Constancia, acompañados de algunos directivos, que iban a Barcelona, todos conocidos por su adscripción republicana, embarcaron en el vapor pocas horas antes de que los facciosos se hicieran con el control de la isla. Se salvaron por la campana de unas más que probables represalias. Se sabe que al menos dos jugadores del Constancia fueron asesinados por los golpistas en los primeros meses de la Guerra Civil. García Gargallo precisa que está por dilucidarse cuáles fueron las represalias que padecieron los integrantes del Baleares Fútbol Club. "Es un trabajo que nos corresponde realizar a los historiadores", apunta.

A partir de 1936 el Baleares siguió compitiendo, pero ya en una nítida situación de inferioridad con el Real Mallorca. Tuvo problemas, pero sobre lo ocurrido existe "mucho silencio". Así se llega al año 1942, en plena posguerra, cuando el Baleares se fusiona con otro club, el Atlético, creándose el actual Atlético Baleares. Su equipación, blanca y azul, se debe a que el viejo equipo de Fundición vestía todo de blanco, mientras que Mecánico llevaba en sus camisetas rayas azules y blancas siendo el pantalón azul. Desde entonces las visicitudes del club, sus casi constantes dificultades económicas, son conocidas, al igual que su efímero paso por la Segunda División en la década de los 60, la que quiere recuperar y a un gol ha estado de conseguirla. Queda otra oportunidad.

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