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Desde Bali

Mar de plástico

Un cartel contra el uso de bolsas desechables en un mercado de la isla. Maria bestard

sin querer recurrir a tópicos, me siento con el deber de hacer un llamamiento sobre el monstruo del plástico en Bali. Indonesia es ahora mismo el segundo país más contaminado por el plástico en el mundo, con China culminando el podio. Para poneros en contexto de dimensiones, esta isla abarca a más de 4 millones de indonesios, casi 4 millones de turistas y 8 millones de visitantes locales al año, y un sistema eficiente de recolección de basura es inexistente. No hay lugares especializados donde separar, incinerar o mucho menos reciclar en cantidades que generen un mínimo impacto. Toda la basura producida en Bali se queda en Bali, en la jungla, en los ríos o enterrada en el suelo, pero mayormente, y tristemente, acaba en el océano.

Una de las causas principales del problema es la escasa educación medioambiental entre los locales, la cual se evidencia en su día a día. Por ejemplo, cuando vas al mercado puedes llegar recolectar una bolsa de plástico por tipo de verdura y fruta que compras si no utilizas las palabras mágicas "no plastic". También es muy común la venta de monodosis de todos los productos de primera necesidad que puedas imaginar: café instantáneo, gel de ducha, detergente, vasos de agua tapados por un film de plástico con una pajita, de plástico por supuesto, envuelta en otro plástico.

Y yo pienso€ ¿qué les hace tratar a su tierra de este modo cuando la consideran una isla sagrada?

Lo curioso sobre el tema, es que a diferencia de lo que vemos en Mallorca, los extranjeros no son los que ensucian o destrozan el paisaje, sino que aquí son ellos los pioneros en incentivar y luchar por la reducción de residuos en la isla.

Se organizan quedadas semanales para limpiar la playa donde se recogen toneladas de plástico al día. Muchas cafeterías y restaurantes, sobre todo de propietarios occidentales, se suman a la tendencia "Zero Waste" (cero residuos) apostando por pajitas de bambú o de papaya, por utensilios de madera o vidrio y rellenando cantimploras o contenedores de agua de manera gratuita para crear conciencia del mal uso de las botellas de plástico. En los mercados y supermercados se empiezan a ver carteles de concienciación sobre el uso de bolsas de plástico. Una agradable sorpresa que llamó mi atención desde el primer momento que llegué aquí es que el 99% de los extranjeros en cualquier mercado llevan consigo bolsas reutilizables.

Cuando sean efectivos los acuerdos del gobierno y las multinacionales e inexistentes las diferencias entre el comportamiento de los consumidores, será cuando veamos brotes verdes y playas limpias. Hasta entonces, queda una gran lucha en la cual todos tenemos cabida.

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