Esta semana les presentamos una espectacular vivienda de bajo consumo energético, KHL y paja, situada en Inca. Esta reforma, incluida dentro de un proceso de recuperación de toda la finca, ha sido realizada por el arquitecto Rafael Sala y el ingeniero Llorenç Sureda. La construcción ha corrido a cargo Construccions Ferrys, la carpintería ha sido realizada po Fusteria Comas, la fontanería por Bernardo Gómez y el monaje de KHL por Atermateria. Con una superficie contruida de 352 m2, la vivienda se ha ideado para permitir a los inquilinos vivir en contacto con la naturaleza.
El conjunto está formado por el volumen principal de la vivienda y una serie de pérgolas, porches, terrazas, piscina y dos anexos colocados de manera que separan la vivienda del camino de acceso y le proporcionan mayor privacidad. La distribución interior busca la mayor flexibilidad y conexión entre diferentes espacios. Un armario corrido central concentra la zona de almacenaje y mediante diferentes perforaciones abre y conecta las diferentes zonas de la vivienda. En la planta baja se sitúa toda la zona de día, con una amplia sala-cocina-comedor abierta a una terraza que incorpora la pérgola de control solar y al porche que da a la terraza de la piscina. La sala se abre a un estudio-zona de juegos que permite disfrutar al mismo tiempo a diferentes miembros de la familia de espacios cercanos.
En el piso superior el lucernario, diseñado para atrapar el sol en los meses más fríos del año, distribuye y ordena los accesos a los dormitorios situados al sur y a las zonas de baño al norte. El lucernario genera amplitud, visuales profundas y sobretodo iluminación y ventilación natural a toda la vivienda. Unos grandes ventanales interiores permiten el paso del sol desde el lucernario a toda la zona norte (baños y lavandería). Dos terrazas exteriores completan esta planta. La estructura de madera contralaminada se ha dejado en su mayor parte vista, mostrando los materiales tal como son de manera natural.
La construcción ha combinado técnicas industrializadas prefabricadas; los muros y forjados de la casa son de madera contralaminada (KLH) junto con materiales de producción local y mínima transformación y energía gris; trasdosado exterior con balas de paja, morteros de arcilla, paja triturada y arena y enlucidos de cal aérea; pavimentos, pilares y muros del garaje de piedra de marés. La estructura de madera se trasdosa con balas de paja, producto de deshecho de la agricultura obtenido a muy bajo coste. Su producción supone un gasto mínimo de energía y al acabar su vida útil no produce residuos contaminantes y se puede reutilizar. Las balas de paja proporcionan un excelente aislamiento térmico que permite la construcción de viviendas pasivas a un coste muy interesante.
Una magnífica vivienda donde se ha priorizado también la eficiencia energética. La baja demanda energética del edificio en climatización, iluminación y la producción de acs, mediante fuentes renovables dan como resultado un edificio de consumo casi nulo, de bajo impacto mediambiental en todo el proceso y con un ambiente interior sano y libre de tóxicos.
