¿Qué tal, don Felipe?
Pues, muy preocupado, la verdad.
¿Y eso?
El guapito este, chulo madrileño, que no me gusta un pelo.
Pero si es de su partido...
Por eso mismo. Si fuera de otro partido le podría poner a parir.
Bueno, eso ya lo hace...
Pues imagínese usted cómo le quiero poner.
¿Y por qué?
¿No se ha enterado usted? Ese comunista anarquista quiere subir hasta un 49% los impuestos del proletariado que solo gana 300.000 euros al año.
Es que eso es mucho dinero, ¿no?
Eso es una mierda. Toda una vida trabajando —ya me entiende usted— para al final no poder comprarte un mísero Ferrari Testarossa de segunda mano por culpa de los impuestos. Tremendo.
Sí, sí, un drama.
Lo peor, los días de las elecciones...
Hombre, siempre es un orgullo votar, ¿no?
Pues depende de a quién votes. Y a mí no me queda más remedio que votar a esta gentuza. Imagínese usted que se me cae el sobre, se abre y se viera lo que me gustaría votar.
¿Y a quién le hubiera gustado votar?
No se lo voy a decir. El Voxto es secreto.
No me lo puedo de creer
Se lee uno las cien medidas esas y es que te pones cachondo... pero nada, no puede ser.
¿Debería pactar Sánchez con Podemos?
¿Cómo va a pactar con los comunistas radicales desestabilizadores?
Es verdad, usted nunca pactó ni con Izquierda Unida ni con el Partido Comunista...
Yo solo pactaba con partidos honrados...
Con Convergència y con Pujol, sí...
Pero entonces no se sabía nada de que se iba a hacer independentista por un quítame allá esas comisiones...
Que hay quien dice que usted le salvó los muebles con lo del asunto de Banca Catalana...
Me está hablando usted de un banco que hace décadas que no existe.
En definitiva, ¿con quién tiene que pactar Sánchez?
¡Con Rivera, sí!
Pues sus militantes no decían eso el otro día
Esos eran todos de Podemos, hombre, mujer.
