El hotel rural Predi Son Jaumell es una antigua "possessió" del siglo XVII reformada para crear un auténtico escenario de relax y tranquilidad en el campo mallorquín. El estudio encargado de reformarlo, en el año 2012, ha sido Marga Rotger Interiorisme.En el diseño se aprecia la cultura mallorquina en todas sus vertientes: materiales de construcción, texturas, formas, colores, textiles naturales... Todo ello trabajado artesanalmente al detalle para conseguir un ambiente tradicional, relajado y de calidad.
Además todo el mobiliario ha sido diseñado y fabricado exclusivamente para este proyecto, trabajando mano a mano con artesanos locales. En cuanto a materiales destaca la "llata" (hojas de palmito trenzadas trabajada completamente a mano y casi en peligro de extinción), para crear objectos decorativos como lámparas, alfombras o cabezales y así reavivar la tradición. El acceso a la recepción del hotel se hace a través del edificio de mayor envergadura en el cual se ubican zonas comunes y algunas de las habitaciones más singulares. Las diferentes salas de estar están ambientadas con texturas y materiales propios de la isla. El objetivo principal era crear espacios acogedores para que cada cliente se sintiera como en casa. Todo el mobiliario se ha diseñado a medida, exclusivamente para el hotel, y ha sido realizado por diferentes artesanos e industriales de la zona.
La "llata" es la gran protagonista. La intención era revalorizar el trabajo de los pocos artesanos que quedan en los pueblos de Capdepera y Artà. Un trabajo hecho específicamente a mano, muy laborioso y de gran dedicación. Además de utilizar los típicos objetos de llata (alfombras, "estormies", cestas, etc.) se ha querido modernizar el material dándole a éste otros usos como cabezales de cama, pantallas de lámparas, cojines...
El hotel dispone de 24 suites ubicadas en las diferentes construcciones del conjunto. Todas ellas diferentes y personales, algunas con terraza privada. Los colores neutros y el color de la madera de fresno juegan un papel importante a la hora de invitar al descanso. El mobiliario, diseñado también exclusivamente para el hotel, utiliza materiales de época como la madera y el hierro que combinados entre sí aportan equilibrio a la estancia. Los baños, abiertos a la habitación para aprovechar la luz natural y ampliar el espacio se han pavimentado y revestido de baldosa hidráulica en tono blanco roto y de grandes dimensiones de la firma mallorquina Huguet. La calidez en esta zona húmeda se aporta con el tronco a modo de banqueta auxiliar, la escalera de madera para colgar las toallas y la repisa apoyada sobre la bañera.
Cada construcción anexa está conectada con el edificio principal a través de caminos y terrazas muy acogedoras. En la zona de la piscina, creada a diferente niveles, se ubican camastros y tumbonas para pasar un día relajante en un completo ambiente mediterráneo. La piscina diseñada a modo de antiguo "safareig" (alberca) está construida de microcemento. Un hotel tranquilo donde desconectar y disfrutar del entorno.