Esta semana les presentamos en nuestra sección una bonita vivienda ubicada entre Alcúdia y Port de Pollença. Su indiscutible carácter mallorquín, con la fachada hecha a base de pedra en sec y unos cuidados y elegantes jardines, hacen que se convierta en un perfecto refugio para aquellos que deseen pasar unos días de tranquilidad y desconexión.
Lo primero que llama la atención al entrar en la propiedad es la belleza de la vivienda y de los jardines que la rodean, coronados con una gran piscina. Los arquitectos han cuidado hasta el más mínimo detalle para ofrecer un hogar acogedor, tanto para parejas como familias y grupos de amigos. Cuenta con dos plantas, en las que se distribuyen las principales estancias. En la planta baja se encuentran el salón, la cocina, el comedor y dos habitaciones. La cocina es muy amplia y cuenta con todo el equipamiento necesario, además de una gran ventanal que ofreces vistas despejadas a la Serra de Tramuntana. El salón, donde se ubica la escalera que conduce a la segunda planta, es de un tamaño medio, aunque cuenta con puertas que dan acceso al comedor y a la cocina. Las habitaciones, dos en la planta baja y dos en la planta superior, son sencillas pero elegantes, ofreciendo un espacio donde poder descansar, siempre con grandes ventanas para disfrutar del paisaje envolvente.
La decoración interior sigue la estela del estilo exterior de la vivienda, con un ambiente rústico y hogareño, conseguido gracias a la paleta de colores empleada para el mobiliario, paredes y techo, donde la viga vista ayuda a dar profundidad. Algunos de los muebles son de diseño, con lo que se consigue una curiosa mezcla de estilos tradicional y vanguardista. Uno de los puntos más fuertes de la propiedad es el exterior. Una bonita terraza cubierta ofrece un lugar ideal para disfrutar de un agradable desayuno y, al estar ligeramente elevada sobre el terreno circundante, ofrece unas vistas magníficas. Los jardines están bien cuidados y actúan a modo de 'barrera' física para aporta privacidad a los inquilinos de la casa. La piscina, situada enfrente de la casa, es el oasis perfecto para relajarse en los días calurosos. Para aquellos que prefieran estar a la sombra y no en remojo, la zona solarium con tumbonas es su mejor elección. En definitiva, un casa para disfrutar del verano.
