¿Qué tal, doña María?
Pues bastante mosqueada, la verdad.
Pablo Casado llegó a presentarla como número uno a la lista al Congreso...
No sea usted cruel, bastardo.
Llegó a decir: La renovación tranquila del PP representa los principios y valores que han hecho avanzar a España...
Se equivocó. Mi marido ha avanzado, pero no ha sido solo gracias al Partido Popular.
¿Y no le parece a usted que después de 27 años chupando del bote púbico ya era hora de que usted se retirase?
No sabe usted lo que he llegado a hacer en Madrid para convencerlos. Como para renunciar a estas alturas de la película.
En el fondo, parece que es la estrategia de los partidos de siempre, poner un fósil en las listas al Senado.
No me compare usted a mí con Cosme Bonet.
Hombre, Cosme Bonet al menos sabe tocar el trombón, usted ni eso.
Será que yo sabré tocar otros instrumentos.
Coménteme algo de Margarita Prohens...
Pues que esa bruja no sé lo que se ha creído. Me parece una advenediza. Una recién llegada. Que alguien la pueda comparar conmigo no me entra en la cabeza. Pero bueno...
¿Y cómo es que usted no dimitió cuando Company dijo a Casado que usted por encima de su cadáver? ¿Lo elegante no hubiera sido irse?
La elegancia es incompatible con seguir pisando moqueta de la buena, y tonta no soy. En el Senado también se vive mejor que en el Cielo, y como usted comprenderá, yo me lo he currado.
O sea, que Company amenazó con irse si la dejaban a usted de número 1 al Congreso...
Fíjese usted qué manera más tonta de haber matado dos pájaros de un tiro, pero no... nos tenemos que comer a la niña esa.
¿Y no son demasiados años chupando del bote?
¿Y qué? ¡Soy la Cosme Bonet del PP!
Le queda a usted el consuelo del Senado...
Sí. No sabe usted qué agobio hasta el último momento, pensando que igual, al ver que el PSIB ponía a un titiritero, el PP ponía a un torero, que es lo que parece que ahora se estila.
Senadora de Balears, no está mal.
En mi caso, de España, no se equivoque.
Le deseo mucha suerte...
Yo sí que me la deseo. ¡Serán 30 años en el chollo!
