Otro degenerado cobarde ha asesinado a cuchilladas a su exnovia. Personalmente, estoy hasta las narices. Estoy hasta las narices de que una chica no pueda salir por la noche sin sentir intranquilidad al cruzarse con un tío al volver a su casa; estoy hasta las narices de que en este país no se equipare el tratamiento y la legislación sobre violencia machista con la que se hizo contra el terrorismo; estoy hasta las narices de los mirones que expresan su asquerosa lascivia sin ninguna vergüenza cuando ven a una mujer bella; estoy hasta las narices de contenerme las ganas de emprenderla a bofetadas con todos los subnormales que se creen más sólo por tener testículos; y estoy hasta las narices de convocatorias por la igualdad en las que advierten de que no vayan varones.
