Despertar y poder disfrutar de las vistas que ofrece Cala Llamp, en el port d´Andratx, no tiene precio. El mar es el telón de fondo perfecto para la casa que les presentamos esta semana. Esta fantástica villa, situada en una parcela de aproximadamente 2.609 metros cuadrados y con 618 metros cuadrados de superficie construida, ofrece todos los encantos y comodidades que se puedan desear. Gracias a las bellas y amplias terrazas con las que cuenta se convierte en un mirador perfecto para disfrutar del mar en cualquier época del año.
Esta villa, que goza de una gran intimidad debido a sus muros, cuenta con un bonito patio en la entrada. El suelo está compuesto de piedra natural creando formas geométricas y cuenta con ànfores decorativas a ambos lados de la puerta de entrada. En cuanto al interior, se pueden observar distintos estilos de decoración conjuntandos correctamente, aunque el mallorquín sobresale. El color blanco, el suelo de gres y la viga vista de madera en el techo están presentes en todas las estancias de la casa. La cocina es amplia y con un toque tradicional. Además está conectada con una pequeña zona con una mesa, ideal para disfrutar de un desayuno con la luz del sol que entra por los grandes ventanales que hay repartidos por toda la casa. El salón, debido a su decoración tanto en las alfombras como en el tapizado de los sofás, da la imagen de un estilo oriental, que combinado con muebles de madera y una hermosa chimenea de obra, ofrecen un ambiente relajado y lujoso.
La villa, de enormes dimensiones, cuenta con 4 baños y 4 dormitorios. El amplio dormitorio principal tiene un vestidor, un baño luminoso, un gimnasio y fabulosas vistas al mar. Cada una de las habitaciones cuenta con su propio estilo particular, aunque todas ellas comparten características comunes: amplitud, orden y orientadas a disfrutar de la gran iluminación natural que recibe la villa por su orientación al ser construida. Por otra parte, cabe destacar el espectacular exterior con el cuenta la vivienda. 164 metros cuadrados de terrazas cubiertas más unos 100 metros cuadrados de terrazas abiertas que ofrecen múltiples rincones y lugares donde descansar y relajarse. Y en toda gran vivienda como esta no puede faltar una magnífica piscina infinita, custodiada por dos leones como decoración, que al ser observada desde cierta perspectiva se funde con el mar. Una villa mediterránea que conjunta otros estilos y que se convierte en un refugio ideal de relax, disfrute y privacidad.
