Fausto Oviedo Subías (1969) es abogado y máster en negocio energético por el Club Español de la Energía. Además de asesor delegado de la Asociación Española de Empresarios de Energías Renovables en Balears, socio de Solarhome Mallorca y de Eficctenia la empresa que desarrolló el primer parque solar fotovoltaico conectado a la red en nuestra isla, hace ahora una década.
-¿Qué le impulsó pasar de la abogacía al negocio de las renovables?
-Mi trabajo estaba especializado en inversiones extranjeras. Un día me contactó un importante banco alemán para gestionar sus proyectos de energías renovables en España. Acordamos asociarnos y como mallorquín propuse que las primeras inversiones se realizarán aquí, en nuestra isla. Así nacieron ocho grandes proyectos, entre ellos el de Son Jordi, en Son Servera, que fue la primera gran instalación de generación fotovoltaica que se conectó al sistema.
-El parque Son Jordi acaba de cumplir diez años ¿en esta década qué ha cambiado?
-Absolutamente todo. Diez años atrás no existía conocimiento social alguno de lo que era un parque solar, ni estaba asumido el fenómeno del cambio climático y menos aún que las renovables eran y son una de las principales soluciones del problema ambiental que estamos obligados a paliar. Bajo ese contexto, nos encontramos ante una fuerte oposición al desarrollo de nuestros proyectos. A pesar de ello y con mucho esfuerzo logramos un hito histórico, creo que ejemplarizante, ya que no sólo fueron las primeras instalaciones fotovoltaicas de las islas si no que hoy siguen suponiendo un alto porcentaje de la energía renovable instalada y en funcionamiento de nuestro sistema eléctrico.
-Balears siendo islas energéticas siguen a la cola en materia de energías renovables ¿cómo puede explicarse?
-Lo paradójico es que en el año 2005 liderábamos el ranking nacional en renovables ya que entonces muchos hoteleros ya habían integrado la energía solar en sus establecimientos, así como numerosas viviendas en suelo rústico sin conexión a red. Un año, después con la eclosión de los parques solares industriales, aquí se dio un tratamiento estrictamente urbanístico y por tanto restrictivo de las instalaciones, sin valorar la oportunidad histórica que si aprovecharon otras comunidades autónomas. Después llegó el "apagón renovable" que ha durado hasta hoy.
-¿Qué futuro prevé en Balears a las energías renovables?
-Se están tramitando iniciativas convenientes como líneas de subvenciones o el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, no obstante las políticas nacionales y el actual sistema de subastas siguen lastrando su desarrollo efectivo. Con todo la revolución renovable es imparable aquí y en cualquier lugar del mundo.
-En el año 2010 apuntó que el autoconsumo era la piedra angular de un sistema eléctrico sostenible.
-Es un tema conceptual o seguimos apostando por un sistema centralizado regulado a favor de grandes empresas o lo hacemos por un sistema distribuido donde los consumidores se convierten a su vez en productores con derechos e intereses reconocidos por ley, tal como establece la normativa europea de transición energética. Hasta ahora los consumidores hemos sido sujetos pasivos energéticos sometidos a un contrato de suministro según el cual con independencia de nuestros hábitos y consumos en tan solo una década nos han subido la tarifa hasta un 75 % sin poder oponer resistencia alguna. Resulta que el autoconsumo mediante fotovoltaica permite un importante ahorro de nuestra factura lo que hace irreversible su implantación masiva. Hoy es inviable diseñar una edificación industrial sin su techo solar y lo mismo va a ocurrir con cualquier construcción y en especial las viviendas con la aplicación de la normativa europea de construcciones de emisiones cero.
-¿Qué opina de las recientes reformas anunciadas por la ministra de Transición Energética?
-Con independencia de que dos medidas son consecuencia directa de conflictos judiciales, a saber: la derogación del impuesto de generación eléctrica por el Tribunal Supremo y la del autoconsumo compartido por el Tribunal Constitucional, lo cierto es que ha puesto a España, de nuevo, en el buen sendero y lo más importante ha generado ilusión tanto para los que somos empresarios del sector como para los ciudadanos que son quienes finalmente provocarán la tan anunciada transición energética de España. En todo caso restan por resolver asuntos muy importantes como el derecho de venta del excedente por autoconsumo o la confección de las futuras subastas que determinarán el grado real de penetración de la energía fotovoltaica.
-¿Cómo valora el conflicto por el cierre de la central de carbón de Es Murterar?
-Desde el punto de vista ambiental y de la nueva economía descarbonizada impulsada desde la Comisión Europea es una medida lógica. Desde la perspectiva de nuestro sistema eléctrico debemos ser conscientes del servicio que presta y de que la potencia a suprimir ha de ser inexorablemente sustituida por generación eléctrica renovable. Es un gran reto y una oportunidad para promover una economía local sostenible.
-¿La integración masiva del coche eléctrico resolverá nuestros problemas ambientales?
-Sin perjuicio de otras virtudes que posee el coche eléctrico, por si mismo no es una solución ambiental, ni tan siquiera es bueno o malo. Se trata de un error conceptual muy habitual asociado a la movilidad eléctrica. Lo que convierte un sistema de transporte en sostenible no son los vehículos si no la fuente de energía primaria que los alimenta. Si nos referimos a vehículos eléctricos su influencia será positiva o negativa según el sistema eléctrico que los abastece sea mayoritariamente renovable o de combustión fósil. Esto es aplicable a cualquier medio de transporte sea automóvil, tren, tranvía o cualquier otro. En todo caso confío que su implantación aumente la concienciación social de alcanzar un sistema eléctrico limpio y autóctono.
-¿Cómo nace el binomio renovables y lucha contra el cambio climático?
-Renovable significa que procede de fuentes naturales, limpias e inagotables y, por tanto, son sostenibles ya que no comprometen las necesidades de las futuras generaciones. Con el modelo energético actual hemos hipotecado el futuro de nuestros hijos debido a nuestra dependencia energética exterior y a que el propio agotamiento de los combustibles fósiles está encareciendo nuestro acceso a la energía. Es decir, nuestra capacidad para obrar, transformar o poner en movimiento. A esta hipoteca hay que sumar la de los efectos del cambio climático. Es evidente el valor paliativo de las renovables para el problema climático, pero no menos importante es su competitividad en precio y su papel extraordinario como catapulta hacia una economía realmente sostenible. Disponer de una energía propia, limpia y barata es toda una garantía de futuro.
-¿Por qué cree en la energía fotovoltaica?
-En España por determinados intereses llegó a estar demonizada y hoy es la fuente más instalada en el mundo. Se trata de una tecnología que utiliza materiales abundantes para su fabricación lo que hacia previsible que superada la denominada curva de aprendizaje su coste de producción pudiera reducirse exponencialmente. En diez años la fotovoltaica ha logrado rebajar su coste en un 85 % y junto a la eólica es la más barata en el mercado global. A su vez es una tecnología madura y fiable que apenas exige mantenimiento y es modular, es decir, que puedes hacer una macro instalación de 300 MW o un pequeño techo solar doméstico de 3 KW lo que la hace única porque posibilita su integración arquitectónica y permite ajustar su diseño a las necesidades del propio consumidor final.
-Con Solarhome Mallorca, ¿qué objetivos se plantea?
-Tanto mi socio Jaime Sureda como yo decidimos poner en común nuestra experiencia y conocimiento acumulados durante más de quince años en el sector de los grandes parques industriales al servicio de los clientes que están apostando por el autoconsumo ya sea mediante el sistema de PPA (acuerdos directos de venta de energía) ya sea a través de instalaciones propias en sus terrenos, establecimientos, oficinas o viviendas. Ambos entendemos que el autoconsumo es un proceso irreversible tanto por razón de precio como por imperativo legal, bajo este principio ayudamos a ciudadanos y empresas a diseñar y ejecutar su propia transición energética. Con la misma vocación colaboramos con arquitectos y técnicos en el diseño y ejecución de integración de energías renovables en sus proyectos de cara al cumplimiento de la normativa de construcción de emisiones cero de pronta aplicación.
-¿Veremos un mundo sólo con energías limpias?
-Esa es la tendencia global. Por nuestra propia experiencia profesional puedo garantizarle que los países emergentes han aprendido de nuestros errores y su apuesta clara son las renovables, sin perjuicio por ahora de su necesaria coexistencia con otras fuentes. De igual forma las grandes empresas ya han apostado por desarrollar sus propias instalaciones para consumo propio. La clave de su éxito es que ya son las más competitivas en precio.
