¿Qué tal, don José María?
Tantos años poniéndome a caldo, puede usted llamarme Josemari.
Patas...
Eso no se lo permito. Desvelar los secretos colegiales es una indignidad. Llámeme J.M... o Pepe... o Pepé...
Estuvo usted un poco displicente el otro día en la comisión sobre la financiación ilegal de su partido...
... la financiación ilegal de su padre de usted...
No le gustaron nada las preguntas de Simancas...
Un acomplejado resentido que aún se pone llorón cuando se acuerda de cómo le birló Esperanza la presidencia de la Comunidad de Madrid...
Hombre, parece que ustedes hicieron trampa...
... trampas las de su padre de usted...
A Oskar Matute tampoco le trató usted muy bien...
Doy gracias de que no me pusiera una bomba...
Eso que dice usted es una salvajada...
... salvajadas las de su padre de usted...
Con Toni Cantó se le vio a usted algo más cariñoso...
Hay insinuaciones que no se las tolero a nadie, y a usted todavía menos. Recuerde que soy un hombre casado, aunque sea con Ana Botella.
Sí, están ustedes hechos la una para el otro...
Por una vez estamos de acuerdo usted y yo.
Con Mikel Legarda también estuvo usted educado...
Le voy a confesar algo: casi me duermo con ese tío. No me lo quiero imaginar cuando se pone amable.
Luego le empezó a preguntar Pablo Iglesias...
A ese sí que le di con ganas...
Pero no contestó usted ni una sola pregunta de las que le hicieron...
No contesté lo que ellos querían que contestase. El señor diputado no me trató con respeto...
¿Se refiere usted a Pablo Iglesias o a Rufián?
Referirme a ellos con el tratamiento de señor delante, la verdad, me cuesta.
Pues ellos le llaman a usted señor Aznar, y eso que es usted un sospechoso...
... sospechoso su padre de usted...
Patas... Patas largas... Flacucho...
Va usted a ir a Villalonga. Se va a enterar.
