La cuenca occidental del Mediterráneo, especialmente sus islas, incluida Mallorca, desde tiempos inmemoriales tienen viñas situadas en bancales, auténticas terrazas abiertas al exterior, dominado los que miran al mar. Ubicación que dan vinos tan particulares como míticos. La Serra de Tramuntana de Mallorca es un ejemplo en ese sentido, en donde ha vuelto a renacer la variedad Malvasía, y aunque domina la blanca, algunas parcelas acogen a la tinta. Con esta uva oscura Tomeu Isern, ubicado en Estellencs, elabora su tinto Ambrull, fijándonos en su añada 2015. Lograda la vinificación se inició una crianza de un año en barricas francesas, americanas y rumanas. Aparece con una tonalidad marcada por un rojo tan oscuro como cubierto. La Serra de Tramuntana expuesta al mar influye en este tinto, en donde aparecen hierbas de acantilado, notas especiadas y de madera. No oculta su golosidad en boca, con buen recorrido e intenso final.
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La cata