Vicenzo Gigante es el nombre de un capo de la Mafia de Nueva York que consiguió, a pesar de estar perfectamente identificado por la policía de la ciudad, no entrar en la trena durante años simulando y haciendo ver que era medio idiota; hasta el punto de que eran muchos los que afirmaban sin atisbo de duda que el bueno de Vicenzo (Chin para los amigos) era subnormal de importancia. Así aguantó lustros, hasta que un enemigo o represaliado aclaró que Vicenzo (Vincent para los neoyorkinos) tenía de idiota los mismos pelos que quien esto suscribe en el cráneo. Hoy la historia en este país ha cambiado, los que pasamos por idiotas somos los votantes, mientras que los políticos están convencidos de que lo somos al ver que les seguimos votando. Tienen razón.
