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Memorias de la cocina

Pimientos y lampuga, dos productos de temporada

Pimientos y lampuga, dos productos de temporada

El final del verano gastronómico en Mallorca no sería imaginable sin dos de sus grandes protagonistas: la lampuga -cuya presencia no hemos percibido todavía en las pescaderías- y los pimientos. La combinación entre ambos ingredientes es tan amplia y variada que configuran un amplio recetario popular.

Los pimientos morrones son, de las hortalizas típicas del tiempo, los últimos en llegar y su eclosión marca el apogeo de la mejor cocina de verano, aunque también se adentra poderosamente en la de otoño, acompañando -frito o asado- algunos de los platos más populares de nuestra cocina tradicional. Puede que el tombet sea la máxima referencia exterior, pero sin que sean tan exportables, la lampuga con pimientos y el frito de matanzas, son dos muestras elocuentes -de final del verano e inicios del otoño- de la presencia de esta hortaliza, llegada de América en el siglo XVI, que se ha convertido en un producto imprescindible en la cocina tradicional.

La lampuga fue conocida y apreciada por los mallorquines mucho antes que la aparición del pimiento. En su libro La llampuga, un mite de la tardor, los autores Enric Massutí y Sebastià Vidal documentan la lampuga en unas normas sobre la venta de pescado en Pollença del siglo XIV y en otras más o menos de la misma época. En nuestra isla es un mito y curiosamente, en otras zonas mediterráneas, una pesca nada apreciada.

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