Me afean últimamente mi pasión por el fútbol. No estoy seguro de que tengan motivos, pero por no entrar en agrias discusiones me he propuesto dejar de hablar del tema y centrarme en cuestiones más importantes, como la política, la cultura o las cuestiones sociales. Por ejemplo, en el terreno de juego de la política tengo yo últimamente la sensación de que Francina Armengol está en fuera de juego; no sólo eso, diríase que de un tiempo a esta parte ni siquiera pide el balón. Es como si hubiera decidido empezar a hacer méritos para que la traspasen al Senado, como al histórico Antich. En el capítulo de fichajes, hemos asistido al de Joan Mesquida por Ciudadanos, dándome a mí que Mesquida va a dar poco juego, que Ciudadanos mucho figurón pero poco equipo.
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Los puntos sobre las uves