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Mallorquines por el mundo: Desde Francia

Al otro lado del espejo

Al otro lado del espejo

Ya van 5 años y medio desde que cambié "Sa Roqueta" por "La France". Dicen con razón que en Francia encontramos todo tipo de paisaje, clima, cultura, todo concentrado en un mismo país€ pero a su vez, y desde mi experiencia personal, hay ciertas situaciones y anécdotas que coinciden sea cual sea la región:

-Evidentemente al llegar a Francia y no controlar el idioma era la comunicación no verbal lo que me llamaba la atención. Las personas se saludan protocolariamente 1 vez al día con dos besos en la mejilla sea cual sea el sexo; excepto cuando existe una importante diferencia jerárquica. Si no se sigue este ritual se puede considerar una falta de respeto. Evidentemente esto cambia de nuestra cultura en la que un "Hola" generalizado es suficiente para satisfacer a todo el mundo.

-Cuando entras en una zona pública es fácil diferenciar los franceses de los españoles, los primeros son formales, educados y su timbre de voz es más bien bajo (casi como un susurro) hasta cuando están enfadados. Nosotros nos ganamos a pulso la fama de gritones por no hablar de la velocidad de locución y esto altera a nuestros vecinos que en lugar de creer que hablamos, piensan que discutimos.

-En el día a día en Francia los hombres van siempre perfectamente peinados y afeitados y las mujeres son rigurosas con el maquillaje. Para ellos una barba no trabajada es sinónimo de falta de higiene por no hablar de su devoción por la estética y la moda.

-No muchos saben hablar castellano pero todos saben decir "hola" "una cerveza, por favor" "olé" o "vamos a la playa"€ et oui!! Como se nota que cruzan la frontera para venir de vacaciones. De hecho para ellos es incomprensible ver una Mallorquina que deja su isla por Francia, cuando son ellos los que dejan Francia para desconectar en Mallorca. Muchos franceses confunden Mallorca con Málaga, pero al hablar de Rafa Nadal rectifican rápidamente y consiguen situar nuestra isla.

-En contraportada, los españoles que vivimos en Francia fardamos de dominar el acento francés pero ninguno pasa desapercibido a oídos de un local, desgraciadamente. Parece ser que tenemos una melodía inconfundible y ciertas palabras que nunca se quedaron en casa tales como "hola", "vamos", "venga" y "me cag€".

-Siguen creyendo en la precariedad que se vive en España y dan por hecho que todo español que vive en Francia es porque no encuentra trabajo en casa; es evidente que en toda norma hay excepciones y nunca hay que generalizar; sin embargo su incomodidad frente esta situación resulta evidente.

-Es gracioso porque en Europa tenemos la etiqueta de Tauromaquia y Flamenco, y personalmente, he visto más afición en el sureste y suroeste de Francia que en toda España junta. Además, en Francia piensan que siempre estamos de fiesta mayor y que nuestra dieta es a base aceite de oliva, paella y sangría. ¡Sí! Nos gusta comer bien y nos gusta la marcha; nuestro buen humor va ligado al buen tiempo y vivimos fuera porque la vida es menos cara, aunque las comilonas las dejamos para el fin de semana. Ellos también tienen su toque gastronómico personal, como el tomar un alcohol fuerte antes de una comida (a lo que le llaman "apéro o apéritif" (aperitivo), mirarse a los ojos cuando se brinda o remplazar el postre por queso. Es más, suelen hacer muchas comidas en casa y tienen especial predilección por las barbacoas o comidas tipo "auberge espagnol" (albergue español) en el que cada uno trae algo.

-¿Cuántos de vosotros os habéis quedado sin comer porque en Francia los restaurantes cierran a las 14h o a las 19h antes del "toque de queda" en el que las calles se vacían? ¿Y a cuántos franceses se les ha alterado su ciclo vital y anímico por comer a las 15h o cenar a las 22h?

-Cuando vives en el extranjero es inevitable encontrar otros españoles y hacer piña. Para nosotros las quedadas significan volver a casa por un instante. ¡Ojo! En estas cuadrillas siempre hay un intruso común: el francés de familia española o castellano parlante. En las quedadas llegar tarde es una norma para el español, sinónimo de retraso para el francés; pero en competitividad no nos gana nadie, somos de sangre caliente.

-Las vídeo-llamadas, redes sociales y chats del móvil son un ritual e indispensable vía de comunicación con el mundo exterior, amigos y familia desde la salida hasta la puesta del sol.

Resulta impactante ver como dos países vecinos conviven tan cerca y que a su vez son tan distintos. Por ello mi día a día me despierta curiosidad y me enriquece como persona, me abre la mente y hace que valore mi hogar.

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