El edificio que les presentamos esta semana se trata de una vivienda unifamiliar, situada en una zona de explotación agrícola de Villafranca. El proyecto encargado a la oficina de Brunet Arquitectes consistía en la actualización de una construcción muy anterior, vinculada a las actividades agrícolas y ganaderas, para reconvertirla en una vivienda con piscina anexa a las zonas de cultivo, que cumpliera con las características de habitabilidad, eficiencia y modernidad actuales.
Uno de los primeros retos a los que se enfrentó el arquitecto fue la separación de la vivienda respecto a su entorno, estableciendo un complicado diálogo. Se buscaba el equilibrio entre la separación de la zona de vivienda respecto a las tierras cultivadas y la implantación del inmueble en el entorno. Se optó por unos cerramientos de 'marès', material relacionado con la construcción anterior, tratado de forma contemporánea, en el que se realizaron unas oberturas específicas con las que crear unas visuales concretas. De este modo, se establece una separación física pero no visual respecto al magnífico entorno en el que se sitúa la casa.
La disposición y la proximidad de la parcela al camino de acceso (orientación noreste) hicieron que se colocase el acceso a la casa en la fachada sur, a la que se accede a través de la zona de piscina y cubierta con unas pérgolas vegetales, creando un espacio fresco y aireado. Así, las estancias nobles se sitúan en la zona más alejada del camino y abriéndose a un porche a doble altura que genera un espacio agradable hacia el este que disfruta de unas vistas maravillosas y temperaturas suaves.
La casa presenta una estructuración tradicional de un solo volumen, heredada de la construcción anterior (dos fachadas y medianera portantes que distribuyen el espacio interior). La planta baja se destina a zona de día, albergando comedor, sala de estar, cocina y zona de servicios.
El espacio interior responde a un concepto totalmente abierto, unitario y diáfano que se confunde con el exterior generando una unidad, gracias a una cristalera espectacular que ilumina la casa y comunica el comedor interior con la zona de estar y barbacoa, al abrigo del porche a doble altura. Mediante una escalera en ménsula con altillo y barandilla de cristal se accede al piso superior. En el piso superior o zona de noche, se encuentran los tres dormitorios con baño en suite y terraza propia.
En esta zona noble destacan la cristalera, que se convierte en un elemento artístico-decorativo gracias a unos vitrales policromados y la escalera, que destaca por su ligereza y diafanidad.
El resultado final supone una renovación y actualización de una construcción obsoleta que se reconvierte, así, en una casa actual que aprovecha la luz y el paisaje envidiable que le brinda su ubicación.
