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Tribuna: La respuesta está en la naturaleza. Día Mundial del Agua, por Juan Mateo Horrach

El Día Mundial del Agua, a celebrar el 22 de marzo, se presenta con el eslogan La respuesta está en la naturaleza. A través de él, Naciones Unidas nos recuerda que podemos aprovechar la propia naturaleza para superar los desafíos que presenta el agua en el siglo XXI.

Existe un amplio margen para aplicar sistemas procedentes directamente de la naturaleza y que, en el caso de la depuración, se recogen en lo que se denomina tratamientos no convencionales. Las tecnologías no convencionales son una alternativa viable para el tratamiento de aguas residuales, especialmente para poblaciones menores de 5.000 habitantes. Su versatilidad y adaptabilidad, su integración en el entorno y su menor coste de implantación y explotación las hacen especialmente indicadas para la depuración de los vertidos de aguas residuales en el medio rural, en el que las limitaciones técnicas y económicas pueden comprometer seriamente la eficacia del tratamiento de las aguas residuales. A tal efecto, las tecnologías no convencionales presentan un gasto energético mínimo o nulo, un mantenimiento y explotación muy simple y una garantía de funcionamiento eficaz y estable.

En la mayoría de los casos, incorporan algunos procesos similares a las técnicas convencionales (sedimentación, filtración, adsorción, degradación biológica€) en combinación con otros procesos naturales (fotosíntesis, asimilación natural por plantas€).

La diferencia fundamental estriba en la aportación o no de energía al proceso. En las tecnologías no convencionales hay una aportación mínima de energía externa en el proceso de depuración. Como contrapartida, requieren más superficie y tiempo de proceso que si utilizamos las plantas convencionales. Por lo tanto, uno de los condicionantes para su aplicación es la disponibilidad de espacio suficiente, que llega a ser limitante para grandes poblaciones.

En Balears, la mayoría de municipios podrían incorporar sistemas no convencionales de tratamiento. En algunos casos de forma aislada y, en otros, aquellos con una mayor estacionalidad y variabilidad en la población, de forma combinada con plantas convencionales. De hecho, en varios de ellos se utilizan estas técnicas, en sus múltiples variantes. Así, Es Mercadal, Randa, Llubí, Sant Lluís y Muro-Santa Margalida son algunos ejemplos.

Dentro de estas tecnologías no convencionales encontramos sistemas que utilizan el suelo como depurador, sistemas de aplicación superficial o subsuperficial, sistemas que reproducen humedales naturales, simulando su acción, sistemas que tratan de imitar los procesos naturales de depuración o se basan en filtración a través de un carbón natural. En todos los casos, la acción del sol, la atmósfera y el suelo, ejercen una labor depurativa que permite alcanzar objetivos plenamente en línea con las normativas sobre tratamiento de aguas residuales. Para pequeñas unidades en zonas aisladas o carentes de recogida municipal, como viviendas unifamiliares, restaurantes o agroturismos, se pueden aplicar también tecnologías no convencionales, incluyendo dentro de ellas las fosas sépticas o tanques Imhoff, acompañadas de filtros verdes o similares.

En todos los casos, un elemento muy positivo a destacar es la integración del sistema de tratamiento en el paisaje, pasando a constituir un elemento más dentro del mismo y constituyendo, en algunos casos, nuevas zonas húmedas que favorecen la biodiversidad. Asimismo, el aprovechamiento de la naturaleza en los procesos de infiltración permite la recarga de acuíferos sin necesidad de tratamientos avanzados, intensivos en energía, constituyendo un método adecuado para evitar la intrusión marina y mitigar la sobreexplotación.

Pero la naturaleza nos ofrece muchas más propuestas relacionadas con el agua. Nos ofrece energía gratuita y limpia en forma de radiación solar, viento o corrientes marinas que permite alimentar sistemas de producción de agua desalada en aquellos lugares en los que la escasez es extrema, y que suelen coincidir con los de gran exposición solar, o bien alimentar sistemas de impulsión de agua para suministro municipal y gestión de la energía, de tal forma que una adecuada combinación de agua y energía renovable permite encontrar soluciones globales, como puede ser el caso de la isla de Hierro en Canarias.

El aprovechamiento sensato de la energía potencial del agua, mediante sistemas de producción de energía eléctrica, conocida como energía hidráulica, no deja de ser una oportunidad más que nos brinda la naturaleza en relación con el ciclo del agua. En nuestra isla tenemos ejemplos del aprovechamiento de la naturaleza para la extracción de agua para usos diversos, como los tradicionales molinos de viento que permitían obtener agua subterránea para uso doméstico y agrícola.

También encontramos oportunidades en el agua de escorrentía procedente de la lluvia. Una correcta gestión puede permitir diversos usos posteriores, empezando por el suministro de agua potable para consumo humano. No hace muchos años que todas las casas de los pueblos de nuestras islas disponían de cisternas propias para uso doméstico, conectadas con los tejados para recoger el agua de lluvia, y todavía hoy, se aprovecha en paralelo con el suministro urbano. A mayor escala, en algunas ciudades, como es el caso de Barcelona, se han construido grandes depósitos de recogida de agua de lluvia, para regular las avenidas y aprovechar posteriormente dicha agua almacenada para usos urbanos.

Como podemos ver, existen muchas oportunidades de aprovechamiento inteligente de la naturaleza en relación con el ciclo del agua. Tal vez esta reflexión que nos plantea Naciones Unidas en el Día Mundial del Agua de este año nos lleve a redescubrir y aplicar todas estas técnicas que hemos descrito y otras que a buen seguro nos hemos dejado. La mayor parte de los municipios de nuestras islas son entornos propicios para la aplicación de tratamientos no convencionales, y todos ellos lo son para que la energía que consumamos en los tratamientos relacionados con el ciclo del agua, sea obtenida directamente de la naturaleza.

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