Meterse en aventuras de alta dificultad es un riesgo que tomaron en su creación muchas de las bodegas de Balears, Quizá una de las más arriesgadas fue iniciada por los numerosos accionistas de Vinyes Mortix. El reto principal era convertir una zona de cultivo de frutales en viña, sobre el 2001. Tras cuatro años de esfuerzos, el objetivo se cumplió con unas viñas en producción, las situadas a mayor altura de la isla, en el término de Escorca. Uno de sus más recientes vinos, a la vez que buque insignia de la bodega, es el tinto L´U 2014, en la que manda la variedad gala Syrah, y en donde se encuentran la Merlot, la Tempranillo y algo de la Cabernet Sauvignon. Al convertirse en vino, con adecuada maceración, inició una crianza de 15 meses en barricas francesas. Muestra una tonalidad entre granate profundo. Se aprecian notas torrefactas y de mermeladas de frutas del bosque. Hay mucha expresividad en boca, con largo final y recuerdos golosos.
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La cata