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Patrimonio

Tributo a los molinos de Montuïri

Esta localidad del Pla celebra el Any del Molinar 2015, el barrio más emblemático y más antiguo de Montuïri. La Associació Amics dels Molins nació hace 35 años y quiere evitar su desaparición y deterioro

Joan Mesquida Pocoví „vicepresidente de la Associació Amics dels Molins de Mallorca desde 2008 y miembro del grupo organizador del Any des Molinar Montuïri 2015„ es propietario de uno de los mejor conservados y restaurados molinos de viento de Mallorca, el Molí de Can Nofre. Está ubicado en la zona del Molinar, el barrio que este año celebra su Any del Molinar. "Me encanta y entusiasma la molinología. Poseo y leo numerosos libros. Incluso un amigo mío me trajo uno de Francia", confiesa. Ha asistido a congresos internacionales sobre molinos y ha visitado algunos franceses y de Gifhorm (Alemania).

Mesquida Pocoví „en Joan Serra„ firmará en el mes de septiembre la adhesión del Molí de can Nofre a la Ruta del Molins y al proyecto "Els molins, una altra mirada", coordinado por el Consell de Mallorca. También formará parte del mismo otro molino montuïrer, el den Fraret. Este proyecto se halla cofinanciado por la convocatoria "Cultura 2013" de la Euregió Pirineus Mediterrània. Tiene como objetivo dinamizar y mantener el patrimonio molinológico. El Consell de Mallorca se compromete a colocar un panel descriptivo junto a los molinos, a la creación de códigos QR, a la edición de productos informativos (mapa desplegable y proyecto educativo) y a su publicidad en Internet (webs y redes sociales) y medios de comunicación.

Any del Molinar

El Molinar es el barrio más antiguo y más emblemático del pueblo por diferentes aspectos. "El Any del Molinar 2015 tiene como objetivo no solamente una visión estrictamente culturalista ligada al pasado, sino también la salvaguarda de su fisonomía, ahora y en el futuro. La intención radica en que a través de su conocimiento aumente su estima y, por tanto, su protección contra los intentos de desfigurarlo", ha afirmado el profesor de la Universitat de les Illes Balears e investigador montuïrer, Joan Miralles i Monserrat.

Como miembro del grupo organizador del Any des Molinar 2015, Mesquida Pocoví explica que "en verano del pasado año, me llamaron sus promotores con el fin de asistir a una reunión de personas interesadas en esta celebración. No me imaginaba que asistiera tanta gente. Un aula del colegio público estaba llena. Pienso que su celebración resulta un éxito por las actividades programadas y la asistencia de público. Por mi parte, propuse una conferencia a cargo de la técnica del Consell, Aina Serrano, que resultó muy interesante y, además, una audición musical en noviembre a cargo de Alfredo García, exmédico de Montuïri y que tendrá como escenario el Molinar".

21 molinos en Montuïri

En Montuïri existen un total de veintiún molinos, ocho en el Molinar y otros repartidos en el término, como por ejemplo, los de la zona del Molí den Gospet. Los únicos restaurados son los d´En Ballester (llamado, también, d´En Comelles), junto a la carretera de la entrada sureste al pueblo y lugar apetecido por los turistas y empresas audiovisuales; el Molí den Fraret que alberga el museo arqueológico de Son Fornés y es centro didáctico, de trabajo y de investigación y, finalmente, el Molí de Can Nofre, en el Molinar.

Amics dels Molins de Mallorca

La Associació Amics dels Molins de Mallorca nació hace 35 años con el objetivo de evitar la continua desaparición y deterioro de los molinos de agua y harineros. Sus dirigentes asisten a congresos y reuniones de molinología y mantienen colaboración con otras asociaciones similares de España y del extranjero. Forma parte de ACEM (Asociación de Molinologia de España). Está hermanada con la Asociación de Amigos de los Molinos de Gifhorm de Alemania y de Mota de Cuervos (Cuenca). Entre los premios conseguidos destacan Europa Nostra (La Haya, 1995), American Express (Washington 1988), World Monument Fund (New York (1999), Pla d´Or Círculo de Bellas Artes (Palma 1999), Importantes Diario de Mallorca (1999) y Medi Ambient Consell de Mallorca (2002).

La directiva está presidida por José Pascual Tortella y cuenta con 594 socios, ocho comisiones y una permanente. Tiene convenio con la UIB, Consell de Mallorca, ARCA, Ayuntamiento de Palma y Amics dels Ferrocarrils. Cada año entrega un molino de oro. Precisamente uno de ellos recayó en el Ayuntamiento de Montuïri en 2010.

Ha catalogado todos los molinos de Mallorca. Entre sus actividades cabe señalar sus propuestas de restauración y conservación, programación de excursiones a lugares donde exista algún molino.

El vicepresidente de la Associació Amics del Molins de Mallorca, Joan Mesquida, califica la situación de los molinos mallorquines como de "muy grave dado que se están deteriorando cada día a causa de las inclemencias del tiempo y de la presencia de palomas. A través de la Associació, queremos proponer a los ayuntamientos de Mallorca que exoneren del pago de los impuestos a quienes tengan sus molinos en condiciones".

Molinos harineros

Resulta difícil determinar la antigüedad de los molinos harineros mallorquines. Están documentados después de la conquista de Mallorca de 1229. El más antiguo y conocido se halla en s´Alqueria Blanca (Santanyí) y data de 1262. Alcanzaron su mayor esplendor en los siglos XVII y XVIII. A principios del siglo XX comenzó su declive y la desaparición de muchos de ellos. La electricidad aplicada a las harineras certificó su defunción. En 1920 ningún molino montuïrer funcionaba. Según el inventario de la Associació d´Amics dels Molins de Vent de Mallorca, en Montuïri quedaban 32 entre 1991 y 93.

Los molinos de Montuïri constan básicamente de una gran torre cuya altura se halla determinada por las antenas y una maquinaria que recibe el impulso del viento y transmite esta dinámica a la muela móvil situada sobre, una segunda, la fija. Entre una y otra, el cereal aplastado se convierte en harina. "He oído decir, y no sé si es cierto, que las piedras de los molinos provenían de los antiguos talaiots. Me gustaría saberlo", cuestiona Joan Mesquida "Serra".

El léxico del molino contiene vocablos, algunos de los cuales, por desuso, hoy resultan desconocidos. Los nombres de las partes que formaban el molí de vent mallorquí eran antena, velerons, perllonga, vela, tiranys, cabestre, bou, arbre, ànima o bisbe, capell, roda, tafarell, congreny, llanterna, tremuja, canalet, forcada, mola de damunt, mola de davall, fariner, bassi, soc, envelada...

Molí de Can Nofre

El antiguo molino harinero de can Nofre de Montuïri „documentado según el investigador local Francesc Canuto en 1646„ fue rehabilitado en 2004. El trabajo más laborioso de entonces fue alcanzar las medidas primitivas, por lo que se procedió al alzamiento de otros cuatro metros de la torre puesto que su anterior propietario la había recortado. En 2007 se colocaron diversos instrumentos y piezas y la maquinaria del tercer piso. Su propietario aumentó cuatro metros la altura de la torre con el fin de alcanzar las dimensiones primitivas. Joan Mesquida ha restaurado el molino según el modelo de "vela latina" que era el diseño inicial.

Es la construcción de este tipo que tiene las paredes más gruesas del municipio. En algunas partes llegan al metro y veinte centímetros. Las dimensiones generales montuïreres oscilan entre los 60 y 70 centímetros.

El molí de Can Nofre „llamado así porque era habitado por la familia de Gabriel Gomila Nofre que lo vendió a Joan Mesquida Pocoví„ pertenece al magnífico conjunto de ocho molinos que dibujan la majestuosa silueta de este pequeño montículo de Montuïri, denominado precisamente "es Molinar", la zona más alta y antigua del pueblo y que le confiere la imagen tan característica que se divisa en es Pla.

En el barrio del Molinar, se encuentran los molinos de Can Vermell, Can Nofre, Can Serra, Can Ferrando (junto al ecomuseo), Can Perons (convertido en restaurante), Cas Andreus, Can Ros (o Can Tevet) y Can Rigo (exbar-restaurante). Se usaban para hacer harina. Otros dos de esta zona han desaparecido, Can Perot y Can Borreó.

Planta baja

El molino de Can Nofre cuenta con una planta baja destinada a vivienda, un primer piso cuya salida a la terraza (o envelador) está formada por un arco de medio punto (el único de este tipo de Montuïri), un segundo piso donde se recogía la harina y un tercero que alberga las dos muelas y el entramado maquilero. Junto a la entrada, existe el emparrado que aparecía habitualmente en las casas mallorquinas. Los vástagos y hojas, sostenidas en una armazón adecuada, formaban un cobertizo del que se agradecía su sombra y, luego, los racimos.

Tras la entrada interior, a la izquierda, se abre un pasillo, entronizado con arco semicircular de marés que conduce a la subida al molino. Primitivamente el arco era más estrecho. A la derecha de la entrada principal, se encuentra una amplia dependencia que comprende los antiguos establo, dormitorio y cocina. Aquí están la cisterna, el hogar, un pequeño armario-despensa, la leñera y una exposición en la que sobresalen un molino de harina que se usaba en el tiempo del estraperlo, otro molino manual del año 1900 y la maquinaria para levantar las muelas. Una novedad que Joan Mesquida ha incorporado recientemente al molino es la muestra de variedades de trigos autóctonos del siglo pasado: Xeixa, Valencià, Espelta, Mort, Florencio y Gerronsone que va renovando cada año. Colocados en la pared pueden verse diferentes arés, garbells y herramientas del campo de las que se utilizaban en la época preindustrial.

Tres pisos

El animal de carga cruzaba la entrada cargado con los sacos y llegaba hasta el portal interior donde, el labrador a hombros subía los sacos al tercer piso, a una una altura de unos doce metros. "No había ninguna cuerda a la que agarrarse". El recorrido que el agricultor debía realizar hasta el tercer piso de la torre con el saco de trigo a la espalda resultaba durísimo. Debía subir 46 escalones, hasta verter el cereal en la tolva (tremuja). Los peldaños eran irregulares, de diferentes formas y moldeados a golpes. No hay ninguno igual. Mesquida Pocoví ha querido conservar su aspecto rústico. Cuarenta y seis constituyen la escalera que desde la planta baja cruza dos pisos hasta llegar al tercero donde había la tolva (tremuja) y las dos muelas circulares. Joan apunta un dato curioso: "En los molinos harineros a la escalera se subía por la izquierda debido a que el molinero cargaba el saco en el hombro derecho y no se obstaculizaba con la pared del molino".

En el primer piso de la torre una puerta conduce a la terraza o envelador, sitio donde el molinero adecuaba las velas a la velocidad del viento: "A menos viento, mayor amplitud; y a más viento, menor superficie extendida de las telas". En el segundo piso se llenaban los sacos de la harina que bajaba a través de un tubo desde el tercer piso (lugar de molturación). En el tercer piso, se conservan restaurados, las moles, la tremuja y el congreny, l´arbre, el tafarell, las guieres, la galtera, el jou, el capell...

El Molí de Can Nofre, uno de los mejor conservados y restaurados de la isla, data de 1622. Fue rehabilitado en 2004 y en 2007 se colocaron diversas piezas. BIEL GOMILA

Accidente mortal

Una plazuela separa el molino de Can Nofre del que está situado enfrente, el de Can Serra. El fariner del primero pidió ayuda a su vecino Gaspar Mesquida Serra para que le ayudara a bajar las muelas dado que necesitaban ser puestas a punto. La fatalidad hizo que una de ellas le cayera sobre una pierna. Su tía „desconocedora del mortal remedio„ lavó la herida con agua, tal vez en condiciones inadecuadas. Gaspar moría gangrenado, a los 53 años, el 19 de mayo de 1904. Casualmente era bisabuelo del actual propietario de Can Nofre. La muela que ocasionó el accidente se encuentra en el suelo de la pequeña plaza, frente a la misma entrada al edificio.

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