Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Medio ambiente

De mar en peor (y III)

Un proyecto pionero está repoblando los fondos marinos con Posidonia oceanica. Son fundamentales para evitar el cambio climático

De mar en peor (y III)

El día 28 de abril de 2015 podría haber sucedido una catástrofe ambiental de inimaginables consecuencias. El ferry Sorrento se incendió a pocas millas de Sa Dragonera debido a un cortocircuito y, con él, toda su carga. Después de valorar diferentes opciones, se decidió remolcarlo hacia Sagunto (Valencia) para su desguace. Las costas respiraron tranquilas: se había evitado el más que posible derrame de más de 800 toneladas de fuel. Con una marea negra asegurada, no solamente el futuro de la estratégica industria turística habría quedado en entredicho. Las consecuencias en las praderas de Posidonia oceanica hubieran sido fatales.

Y es que la pérdida de praderas submarinas de posidonia conlleva un problema doble: estas zonas dejan de capturar dióxido de carbono atmosférico (CO2) y, además, pueden convertirse en fuentes de este gas cuando se erosionan y liberan el carbono que la pradera había acumulado durante décadas o siglos. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Oceans Institute de la University of Western Australia que ha evaluado si la replantación de praderas submarinas es eficaz para recuperar su capacidad como sumideros de carbono en un tiempo relevante para su gestión, es decir, décadas. El estudio se publica en la revista Journal of Ecology. "La replantación de praderas evita que se erosionen estos depósitos de carbono orgánico acumulado durante siglos en zonas de las que han desaparecido", señala la investigadora del CSIC Núria Marbà, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, IMEDEA (CSIC·UIB). "Nuestros resultados indican que la pérdida de este ecosistema ha representado también una importante pérdida en la capacidad de secuestro y almacenamiento de carbono de los sedimentos de praderas submarinas", añade. Pere Masqué, investigador de la UAB y coautor del estudio, señala que "el área potencial disponible en todo el mundo para llevar a cabo proyectos de replantación de angiospermas marinas es enorme", y añade que "estos pueden ayudar a reconstruir los sumideros de carbono, así como conservar los depósitos antiguos".

Las praderas submarinas son sumideros de carbono relevantes a escala global por lo que su conservación y restauración puede contribuir a mitigar las emisiones antropogénicas, indican los investigadores. Además, los resultados de este estudio contribuyen a disipar las dudas que limitan el desarrollo de estrategias de carbono azul en praderas submarinas. El carbono azul es el carbono captado en ecosistemas marinos y costeros y almacenado en forma de biomasa y sedimentos.

El estudio fue realizado en la laguna costera de Oyster Harbour, en el sur de Australia occidental. Este entorno alberga una pradera submarina de Posidonia australis que sufrió una reducción muy importante entre los años 60 y finales de los 80. A partir de 1994, la zona vegetada aumentó, en parte gracias a una serie de replantaciones realizadas hasta 2006 por uno de los autores del estudio, Geoff Bastyan.

Para llevar a cabo el estudio se han utilizado técnicas de datación de los sedimentos que han permitido cuantificar la acumulación de carbono en las zonas repobladas y la erosión del carbono histórico en las zonas sin recolonizar. "Este es el proyecto de replantación de praderas cuya evolución se ha seguido durante más tiempo en todo el mundo", concluye Marbà.

Y más cerca?

Red Eléctrica de España (REE) y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados han llevado a cabo recientemente en bahía de Santa Ponça (Calvià) la primera replantación de Posidonia oceanica en fondos marinos. Esta plantación se sucede a la efectuada de manera experimental en la bahía de Talamanca (Eivissa). El jefe del Departamento de I+D+i y Proyectos Europeos de Red Eléctrica, Vicente González, y el investigador del IMEDEA y responsable científico del proyecto, Jorge Terrados, han presentado recientemente las actuaciones y el contenido del proyecto. Estas actuaciones se enmarcan en el convenio suscrito en el 2013 entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del que forma parte el IMEDEA, y Red Eléctrica, con el fin de incidir en la conservación y mejora de la Posidonia oceanica, cuyas colonias forman praderas de alto valor ecológico para los ecosistemas marinos del Mediterráneo.

¿Cómo nació el proyecto? "La idea surgió como una iniciativa de REE en el momento en que se efectuaban los estudios ambientales de las interconexiones, se estudiaron con detalle las praderas de posidonia; nos sorprendió que, pese a lo apreciadas e importantes que son las praderas para la sociedad balear y la cuenca mediterránea, eran, sin embargo, desconocidas en algunos aspectos y uno de ellos era la restauración de praderas de posidonia mediante la germinación de semillas y fragmentos", explica Borja Alvárez, técnico ambiental de REE y director del proyecto.

Esta iniciativa, cuyo objetivo fundamental es lograr la repoblación de praderas de Posidonia oceanica, "destaca por su carácter absolutamente pionero, ya que no existe precedente en el uso de semillas y fragmentos germinados fuera del mar o en condiciones de laboratorio para su implantación posterior en su medio natural", añaden desde Red Eléctrica. Para ello, se realiza una recolección de semillas y fragmentos de la especie para proceder a su cultivo, en condiciones de laboratorio, en viveros alojados en el Centro de Interpretación del Parque Nacional de Cabrera en la Colònia de Sant Jordi, y en cubetas sumergidas en el mar en la costa de Formentera. En ambos casos, se controlan las condiciones propias del agua, la luminosidad y otras condiciones para determinar la tasa de supervivencia y proceder a las replantaciones en el mar.

"La aportación de Red Eléctrica a este proyecto asciende a 409.000 euros, cifra destinada al desarrollo científico del mismo, al mantenimiento de los viveros de germinación y a la contratación de las tareas de ejecución", apunta González. Actualmente el proyecto lleva un año trabajando en la I+D+i. "Se ha finalizado todo el trabajo de gabinete, estudios bibliográficos y desarrollo de las hipótesis metodológicas. Por otro lado, se ha concluido con éxito la recolecta, cultivo y plantado de fragmentos de posidonia (brotes o esquejes) en la bahía de Santa Ponça y la de Talamanca", añaden desde REE. Además, se han recolectado con éxito semillas en Mallorca (más de un millar) y actualmente se encuentran en cultivo y en agosto serán plantadas.

La metodología y las conclusiones que se desprendan de esta experiencia servirán para validar un proyecto innovador y de especial importancia para la recuperación y conservación de las praderas. ¿Se exportará la idea a otros enclaves? "El principal objetivo, que no el único, es obtener una metodología de trabajo para el uso de semillas y fragmentos de posidonia en la restauración de espacios degradados, así como hacerlo viable desde un punto de vista técnico y económico. Será una metodología abierta y libre para que pueda ser aplicada en cualquier enclave y por cualquier organismo", apunta Borja Álvarez.

Este proyecto de I+D+i forma parte del compromiso estratégico de Red Eléctrica con el desarrollo sostenible y la protección de la biodiversidad y el medio ambiente. Se asocia al desarrollo de las interconexiones eléctricas submarinas entre Eivissa-Mallorca e Eivissa-Formentera, que unificarán el sistema eléctrico insular y al enlace entre Mallorca y la Península, que conecta Balears con el sistema eléctrico peninsular y europeo, con las ventajas asociadas relativas a la garantía de suministro, ahorro de costes para el sistema eléctrico y de emisiones contaminantes a la atmosfera. "Tenemos mucha suerte en Balears porque en el IMEDEA se encuentra - Jorge Terrados y su equipo- uno de los pocos grupos de trabajo a nivel mundial que están estudiando la biología de la planta", concluye Borja Álvarez.

Compartir el artículo

stats