A la luz de las velas de La Nata siguen latiendo las infinitas emociones vividas en la fiesta de verano La Nata y La Flor, un inolvidable evento al que no le faltó detalle en el mágico enclave de Port Adriano. La Terraza Starck de la nueva marina, uno de los lugares más exclusivos del Mediterráneo, se vistió con sus mejores galas para recibir a más de cuatrocientos invitados que vivieron una velada de película. Fueron testigos privilegiados del solsticio del verano mallorquín más glamuroso, creado por La Nata y La Flor para celebrar su sexto aniversario de la manera más espectacular vivida hasta el momento.
El escenario merece ser rememorado con especial atención a cada uno de los colaboradores y amigos que, un año más, alumbraron la gala. Entre ellos, especial agradecimiento merece Porsche, testigo de honor de la deslumbrante llegada de los invitados. Tres joyas daban la bienvenida, tres de los últimos modelos de Porsche, radiantes piezas del arte automovilístico que engalanaban la entrada al paraíso del glamour y la diversión, en lo que se convirtió la velada del 18 de junio de 2015, una fecha inolvidable en el calendario social mallorquín también posible gracias a Hotel Port Adriano, Nicolás Joyeros, Llongueras Elite, Aqua Aquae, Isabel Guarch, Rialto Living y Lavazza Café.
Fueron meses de organización, trabajo e ilusión los que precedieron a la gala, meses recompensados, todos en una noche, con un sinfín de alegrías y sorpresas compartidas por centenares de personas. Es inmenso el agradecimiento a todos y cada uno de ellos, colaboradores, invitados, seguidores y amigos de La Nata, que hicieron tantos sueños realidad.
Jaume Nadal, José Manuel Carvajal, Amelia Santalla, Amelia Nadal, Juan Manuel Serra, Bárbara Prohens, Bárbara Sastre y Toni Cañellas, de Porsche con José Manuel Atiénzar. MANU MIELNIEZUK
Los invitados se llevaron de recuerdo una vela que, como convidaba el anfitrión de la fiesta, Esteban Mercer, la pasada semana en estas mismas páginas, "podrán encender cada vez que necesiten un poco de luz, cada vez que necesiten saberse importantes para alguien, porque [...] para nosotros sois importantes, más de lo que podéis imaginar. Dadle a la vela de La Nata servida en bolsita de oro y soñad que la vida es muy bella. Y si no, debería serlo."
Son seis años de trabajo y saber vivir los celebrados. Una edición más La Nata y La Flor se ha superado, pero la ocasión y la situación merecieron dejar el listón muy alto, un prometedor precedente para el año que viene.
